Los vecinos del edificio de La Reina volvieron a desalojar
sus viviendas por tercera vez, en menos de cuatro años,
debido a un nuevo incendio provocado dentro de los garajes.
Las causas son conocidas por todos: la mezcla de una
cantidad de basura desproporcionada, con una delincuencia
juvenil que no cesa en el barrio. Estos accidentes se dan
con tanta frecuencia que los propietarios de las plazas de
garaje prefieren dejar los coches en la calle. No había ni
un sólo vehículo en el interior.
Alrededor de las 20:00 horas de ayer, los dos garajes del
edificio de La Reina ardían por tercera vez en menos de
cuatro años. Es tanta la asiduidad con la que ocurre este
fenómeno que los vecinos de los portales del uno al cinco
-que pagan su plaza de aparcamiento- prefieren dejar sus
vehículos en la parte alta del barrio. “La anterior vez que
ocurrió esto -hace menos de un año- salieron dos coches
ardiendo”, por eso “los propietarios prefieren dejar los
coches arriba”, relataba Ana María Román, presidenta de la
asociación de vecinos, al pie del incendio y bastante harta
de lo ocurrido.
La causa del fuego de ayer se repite también. La cantidad de
basura acumulada en los bajos del edificio actúa como la
pólvora cuando se juega con fuego, algo que, según los
vecinos, ocurre con frecuencia en la barriada. “Los niños
fuerzan las puertas, se meten en los garajes a jugar y
provocan esto”, continuó Román. La presidenta de la barriada
de La Reina aseguró haber puesto varias denuncias en
comisaría y haber llevado este tema a la Ciudad. Sin
embargo, son pocos los movimientos que se han hecho desde el
Palacio, a la vista está. Un reguero de humo pintaba de
negro la parte baja del edificio, “la cuarta vez que pase se
nos cae el bloque encima, estos pisos no tienen tanta
resistencia”, agregó la presidenta. Los bomberos, avisados
cerca de las ocho, accedieron, divididos en varios grupos,
al interior de las dos cocheras. “El garaje es grande, está
comunicado con el otro y hacen una L. Posiblimente haya sido
una colilla, hay gente durmiendo ahí dentro y mucha basura
acumulada”, indicó el portavoz de los bomberos. Sin embargo,
el incendio fue más espectacular que peligroso, ya que
apenas se apagaron algunas llamas. Sí requirió un trato
especial la cantidad de humo que se ahogaba dentro del
recinto. Por ello se colocaron ventiladores e instrumentos
para absorver el humo. Los vecinos fueron obligados a
abandonar las viviendas inmediatamente y en las calzadas que
circundaban el edificio, la circulación del tráfico se
complicaba debido a la cantidad de personas que se
conglomeraron cerca del lugar. A las 20:35, cuando el
incendio fue controlado, los propietarios accedieron a sus
casas. Según explicaron algunos vecinos, son muchos los
robos, o intentos de robo, que se están produciendo en la
zona y, concretamente, en las oficinas del edificio. Todos
ellos coincidieron en culpar a los “niñatos del barrio”.
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