Casi un 23 por ciento de los muertos en accidentes de
tráfico durante 2006 circulaban en motocicleta o ciclomotor,
una cifra que no parece alta a primera vista, pero que sí lo
es si tenemos en cuenta que los motoristas suponen solamente
el 15 por ciento del tráfico en la carretera. Del resto de
accidentes no mortales, un 60 por ciento de los impactos
contra guardarraíles procovaron la amputación de alguna
extremidad del motorista.
Ceuta no se salva de la presencia de estos guardarraíles
‘asesinos’, como los denominan los motoristas, y su
instalación ha continuado en la ciudad en vez de
paralizarse, como denuncia José Miguel Parra, un
administrativo ceutí que lleva 6 años sobre la moto. Ya en
el pasado agosto los distintos colectivos ceutíes se
movilizaron para protestar por el mal estado de las
carreteras de Ceuta y su asfalto, cuya calidad califica
Parra de “nefasta”.
Según los últimos datos de la Dirección General de Tráfico,
en los ocho primeros meses del año se ha producido un
aumento de un 27% en la muerte de motoristas respecto al año
anterior, y los éstos están cada vez más preocupados por la
situación. Así, más de 20.000 conductores de motocicleta se
dieron cita el pasado sábado en Madrid para reivindicar un
cambio en la seguridad de las carreteras españolas y, sobre
todo, la eliminación de los temidos guardarraíles.
Desde Ceuta acudieron a la concentración once moteros,en
representación de los tres motoclubs de la ciudad: ‘La
Pavana’, ‘El Dado’ y ‘El Charco’, del cual es presidente
José Méndez. Éste último llegaba ayer noche de vuelta a la
ciudad, tras un fin de semana en el que ha recorrido cientos
de kilómetros en su moto. Según cuenta Méndez, ha sido una
experiencia muy positiva en la que han podido observar que
los motoristas españoles son un colectivo “muy unido”, y que
juntos pueden llegar a conseguir resultados.
“La unión hace la fuerza”, dice el motorista, que confía en
que los políticos hayan tomado “buena nota” de sus
reivindicaciones, que no son sino la exigencia del derecho a
la seguridad vial que tienen los motoristas, de la misma
forma que se aplica a los conductores de coches, o a los
mismos peatones.
Viaje reivindicativo
Méndez emprendió solo el viaje a la capital el viernes
pasado, y tras pasar la noche en Córdoba, llegó al cruce de
Despeñaperros, donde se congregaban ya unos 3.000 moteros
andaluces dispuestos a continuar unidos el trayecto hasta su
destino en Madrid. La Guardia Civil les esperaba allí, y les
escoltó hasta el centro de la capital, en plena Castellana.
Méndez explica que habían preparado la zona adecuadamente
para las motos, y es que, según él, la Comunidad de Madrid
está “muy implicada” con la situación de los moteros, no en
vano el mismo Gallardón “es motero”.
Pero en Ceuta la situación deja mucho que desear, “teniendo
tan pocas carreteras, tenemos muy poca seguridad”, dice el
motorista, que afirma que uno de los mayores peligros para
ellos, además de los quitamiedos, está en la pintura
“supuestamente antideslizante” de las carreteras. “La
pintura que utilizan en las carreteras de Ceuta no tiene
nada de antideslizante, y cada vez que un motorista pasa por
encima de un paso de cebra mojado, existe peligro de que
resbale y caiga”, denuncia.
“Si nos vamos a la zona de Benzú, donde la carretera llevaba
años esperando para ser asfaltada, por fin llega el momento
en que se hace, pero la carretera tiene ahora desniveles que
suponen de nuevo un peligro para los motoristas”, añade.
“En García Aldave los quitamiedos tienen forma de ‘h’ con lo
que se convierten en auténticos asesinos de doble filo”, y
casi lo mismo ocurre en el monte Hacho, donde se acaba de
construir un carril peatonal para el que han vuelto a
instalar guardarrailes que “no solo son peligrosos para los
motoristas, sino también para quienes circulan en
bicicleta”, dice Méndez.
“Necesitamos que se nos trate como al resto de los
ciudadanos, para eso pagamos los mismos impuestos”, reclama
el motorista, que explica que su colectivo no es un grupo de
“criminales” y que simplemente piden “una garantía” de que
pueden conducir con la misma seguridad con la que lo puede
hacer el conductor de un coche, un camión, o un autobús.”
La cuenta de la seguridad para un motero incluye, además del
seguro que pueden ser unos 500 euros, un traje especial
valorado en unos 600 euros, un par de botas de seguridad que
cuestan alrededor de 700 y un buen casco que “te puede
costar otros 600”. Así, Méndez dice que si él invierte en su
propia seguridad, las autoridades “deberían hacer lo mismo
por los ciudadanos”.
En el encuentro celebrado en Madrid, los moteros han pedido
más educación vial y una mejora de las carreteras antes de
2011, fecha en la que existe un compromiso de eliminar los
quitamiedos por completo.
A nivel local, los motoristas que acudieron a representar a
sus colegas de Ceuta, quieren reunirse con el presidente
Juan Vivas para intentar que Ceuta “pueda ser una de las
primeras Comunidades Españolas con un sistema adecuado que
respete las necesidades de los motoristas “- dice Méndez-
“deberíamos intentar que en los pocos kilómetros de
carretera de la ciudad no exista ningún elemento que pueda
poner en peligro la vida de alguien que circule sobre dos
ruedas”.
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Las víctimas también expresaron su denuncia en el Bernabéu
La jornada reivindicativa
organizada por los moteros españoles, un colectivo que suma
unos cinco millones de conductores en nuestro país, tuvo
también como reclamo la presencia de víctimas de accidentes
y familiares de fallecidos para demostrar lo poco seguras
que son las carreteras españolas a su jucio. Además,
estuvieron presentes figuras conocidas, como el actor Daniel
Guzmán y el campeón de motociclismo Fonsi Nieto. Antonio
Mérida, padre de un motorista fallecido el pasado 17 de
septiembre, denució: “Lo que estamos pidiendo no supone un
gran gasto, pero ¿cuántos muertos hacen falta para que se
logre?”. Tras las intervenciones de las víctimas, los miles
de motoristas que llenaban el Bernabéu salieron del campo
como si fueran uno solo.
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