Desde su existencia, el hombre ha expresado sus sentimientos
y pasiones a través de diferentes manifestaciones
artísticas. Muchos empleaban pinturas, otros esculturas; sin
embargo, el arte más antiguo conocido es el del grabado.
El grabado es el resultado de una técnica de impresión que
consiste en transferir una imagen dibujada, empleando
diversos instrumentos, en una superficie rígida, que se
denomina matriz, con el objetivo de entintar las incisiones.
Posteriormente, la imagen en sí se transfiere por impresión
a otra superficie. El resultado final del trabajo se puede
obtener en papel o tela, entre otros.
España no se caracterizó precisamente por ver nacer a
grandes grabadores. Nombre reconocidos fueron Alberto Durero,
Martín Schongauer o Antoon Van Dyck. Sin embargo, si un
nombre está sonado estos días es, sin duda, el de Belén
Abad; autora del grabado que la Ciudad regaló a Sus
Majestades los Reyes en su visita a Ceuta.
La artista, ceutí de nacimiento y de 34 años de edad, se
convirtió en protagonista entre bambalinas por un día. Sin
desmerecer a su clientela habitual, su trabajo ha llegado a
manos de los más distinguidos destinatarios del país por
obra del azar.
En un principio, según ha narrado Abad, el grabado, que
lleva por motivo la imagen de la Casa de los Dragones, fue
un encargo de una empresa sevillana que distribuye productos
farmacéuticos. La obra estaba condenada a figurar en la
pared del despacho de la delegada, entre el resto de
ilustraciones que representan las ciudades en la que la
compañía tiene sede. Sin embargo, por obra del destino
terminó en las manos de Don Juan Carlos.
La artista local aprovechó la ocasión para elaborar una
edición limitada y entregarla al taller de marquetería, que
comercializa sus obras en Ceuta.
El papel de José Luis Gómez Barceló, cronista oficial de la
ciudad, fue fundamental. Este era el encargado de adquirir
un regalo con el que obsequiar a Sus Majestades los Reyes y
al ver el grabado de Belén Abad no tuvo dudas. El
responsable del Ejecutivo autónomo, Juan Jesús Vivas Lara,
quien es seguidor del trabajo de la artista local, no vaciló
a la hora de dar la aprobación al presente.
De este modo y desconociéndolo la autora, se decidió el
regalo. Según asegura Abad, “no tuve conocimiento de que se
había elegido mi obra para representar a la ciudad hasta un
par de días antes”.
Este hecho llenó de alegría y orgullo a la artista, quien
comentaba que “en Ceuta hay muchos aristas locales
buenísimos y podía haberle tocado a cualquiera de ellos”. Ni
que decir tiene lo que ha supuesto este acontecimiento a la
carrera profesional de Abad, “es un empuje muy importante
porque da a conocer mi trabajo a mucha gente y, a pesar de
que tengo clientes fijos, esto hace que mi obra sea más
difundida”.
La clave de la decisión
El motivo del grabado es la Casa de los Dragones, que data
del año 1909. Una de las razones por las que el cronista
oficial se basó para decidirse por la obra de Belén Abad fue
una anécdota protagonizada por Alfonso XIII, acerca de este
mismo edificio. El chascarrillo fue comentado al Rey Don
Juan Carlos en la entrega del obsequio y vivas aseguró que
“fue del agrado de Su Majestad”.
Las técnicas fueron cuidadas hasta el último detalle. El
grabado, que fue elaborado en una semana, consta de dos
planchas; en una está impresa la Casa de los Dragones y los
edificios colindantes, todo ello entintado en color sepia.
La otra plancha, del mismo tamaño, tiene grabados los
árboles, el cielo y otra parte concreta del edificio. Según
explica Abad, al ser dos planchas diferentes, cada una con
su color independiente, hacen que se vea más puro a la hora
de estamparlo, evitando así que las tonalidades se mezclaran
y dotando de una mayor nitidez a la imagen grabada.
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