El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero,
intentó ayer, en su primer pronunciamiento público sobre la
visita de los Reyes de España a Ceuta y Melilla de esta
semana, cerrar la polémica que el viaje de Sus Majestades ha
despertado con Marruecos dejando claro en Venezuela que no
tiene la menor intención de introducir “temas nuevos”, en
alusión a la cuestión de las dos ciudades autónomas, en su
diálogo con el Reino alauita y se mostró “optimista” con
respecto al “futuro inmediato” de la relación bilateral.
Así se pronunció en declaraciones recogidas por la agencia
Europa Press al ser preguntado en rueda de prensa en
Santiago de Chile, donde participa en la XVII Cumbre
Iberoamericana, si estaría dispuesto a abrir, como ha pedido
el Gobierno marroquí, algún tipo de negociación bilateral
con Rabat sobre las dos ciudades.
El presidente del Gobierno socialista consideró que “la
mejor manera de contribuir a que cuanto antes” se vuelva a
la relación bilateral “de plena confianza y trabajo común en
todos los ámbitos” anterior a la visita de los Reyes de
España a Ceuta y Melilla es que todos contribuyan “a través
de la responsabilidad y la sensibilidad”.
Zapatero aseguró que las reacciones de Marruecos a la visita
“no representan ninguna barrera para continuar con esa gran
amistad y trabajo conjunto” y destacó la “colaboración” del
reino alauí en temas de “enorme importancia” para España,
como la inmigración ilegal, la “lucha contra el terrorismo
internacional radical islamista”, y en la visión del Magreb
y su relación con España.
Zapatero aseguró que a España y Marruecos les une “una gran
amistad”, además de “fuertes vínculos culturales y
económicos” e “intereses compartidos”. Por ello, dijo, “la
amistad y la posición estratégica singular, especial, que
España tiene hacia Marruecos se va a mantener” y dijo tener
“confianza” en que la posición de Rabat va a ser “recíproca”
en esta dirección.
Marruecos insiste
Las palabras del presidente del Gobierno no sirvieron, sin
embargo, para hacer desistir de su posición de los últimos
días a Marruecos, cuyo primer ministro, Abbas El Fassi,
volvió a referirse en términos de “ocupación” por parte de
España a las ciudades de Ceuta y Melilla, cuya españolidad
“perjudica a la paz en la región”, según declaró el líder
del Ejecutivo del país vecino a la cadena de televisión Al
Arabiya.
“La ocupación de las ciudades marroquíes de Ceuta y Melilla
por España perjudica a la paz en la región, el Estrecho de
Gibraltar y el Mediterráneo, así como los lazos
tradicionales de amistad con los países árabes”, insistió El
Fassi en declaraciones recogidas por la agencia informativa
oficial marroquí, MAP.
“Le decimos a España que la soberanía marroquí no es
negociable, pero estamos dispuestos a discutir de todas las
demás cuestiones”, dijo El Fassi en el programa Bissaraha
(‘Con toda franqueza’) de la cadena árabe por satélite.
El primer ministro recordó además que España no acepta la
creación de una “célula de reflexión” para encontrar “una
solución razonable a este diferendo”. También dijo que los
partidos políticos, la sociedad civil y el pueblo marroquíes
“siempre han abordado la cuestión de la recuperación de
Ceuta y Melilla y su retorno a la madre patria desde la
independencia”.
“España no quiere abrir este asunto”
El primer ministro agregó que España “no quiere en absoluto
abrir este asunto, mientras que Marruecos desea mantener
buenas relaciones de amistad con Madrid, así como relaciones
económicas y comerciales bilaterales”.
Calificó además de “neutral” la declaración oficial de la
Unión Eurpea a propósito de la visita de los Reyes de España
a Ceuta y Melilla y recordó que cuando España ingresó en la
UE (en 1986) Marruecos comunicó a Bruselas su “reserva” para
hacer saber que la adhesión española a la Unión no
significaba “de ningún modo el ingreso de Ceuta y Melilla,
que siguen siendo ciudades marroquíes”.
En relación con el Sáhara Occidental, el otro asunto que
centra las preocupaciones marroquíes en lo que a su unidad
territorial se refiere el primer ministro destacó, por el
contrario, que su iniciativa de dotar al territorio de
“autonomía” tiene el apoyo de “Estados influyentes”, entre
los que citó Estados Unidos, Francia y España.
Los últimos en sumarse a la protesta marroquí por la visita
Real fueron, ayer, el club diplomático de Rabat y el Comité
preparativo de movimiento para la autonomía del Rif, que
cargaron contra el gobierno de Zapatero por “permitir que se
produzca un viaje que atenta contra el sentimiento patriota
del pueblo marroquí”.
El presidente de los rifeños hizo, además, un llamamiento a
limpiar, textualmente, de las ciudades autónomas “cualquier
presencia militar española”.
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