La historia de España esta repleta
de acontecimientos deleznables rechazados por todos los
demócratas y en particular, los ocurridos entre el 17 de
julio de 1936 y el 1 de abril de 1939 que concluyeron con la
instauración de un régimen dictatorial.
Muchos españoles, desde la clandestinidad, trabajaron
arduamente durante esta dictadura al objeto de devolver la
democracia a España permitiendo con ello, que todos los
ciudadanos fueran libres e iguales ante la Ley.
Circunstancia que se produjo tras el periodo de transición
comprendido entre la proclamación de Juan Carlos I como Rey
y la aprobación de la Constitución de 1978.
Existen historiadores que, enmarcan el proceso de la
transición hasta el 28 de octubre de 1982, año en que deja
de gobernar la UDC dando paso al Gobierno presidido por
Felipe González. Por primera vez desde las elecciones
generales de 1936, un partido considerado de izquierdas o
progresista iba a formar gobierno.
Ahora, veinticinco años más tarde, otro Gobierno sustentado
por la misma formación progresista, el Partido Socialista
Obrero Español impulsa el proyecto de Ley de la Memoria
Histórica por el que se pretende reconocer y ampliar
derechos así como, establecer medidas en favor de quienes
padecieron persecución o violencia durante la Guerra Civil y
la Dictadura.
Recordar este triste periodo de nuestra historia es
rememorar en la mente de muchos españoles acontecimientos
indignos sufridos en ambos bandos; fusilamientos,
persecuciones, torturas y dolor que impregnaron nuestras
mentes y corazones.
Quizás, el Gobierno de España debería tomar ejemplo de la
labor de reconocimiento emprendida por el Gobierno presidido
por Juan Jesús Vivas en los últimos años dignificando la
memoria de todos aquellos que sufrieron las consecuencias de
una guerra fratricida y todo ello, sin dañar la convivencia
pacífica alcanzada tras la llegada de nuestra actual
democracia.
|