Caminaba con dificultad con su pesada carga sobre su
espalda. El escolar, con aproximadamente diez años,
regresaba a su domicilio, después de una dura jornada. Me
ofrecí a ayudarle, pero lo rechazó. Muy educadamente me dio
las gracias, aunque yo insistí. La escena la contemplaba un
transeúnte, que, lógicamente, se ofreció al escolar para
ayudarle, no siendo aceptada. Lamentaba el incorporado, la
situación vivida por los alumnos actuales, recordándonos que
él, cuando iba al colegio, llevaba su Enciclopedia, un
cuaderno o dos, material para escribir… ¿por qué no volver a
aquellos tiempos? Y añadió: “Y además, aprendíamos más…”.
La historia de nuestro sufrido alumno, se repite a diario,
en muchas ciudades de nuestro país. Y en las de otros
países. Por ejemplo: hay constancia de que en Italia,
también sus escolares sufren este problema.
Pero intentan solucionarlo, ya que va en perjuicio de la
espalda. De momento, han creado un Comité de Investigación,
aprobado en la Cámara de Diputados, en forma de Ley. Antes
de que el citado comité empiece a trabajar, se ha empezado a
reducir el peso de las mochilas, gracias a la medidas
prácticas: dejar los libros en el propio pupitre, en vez de
cargarlos cada día, y dividir cada materia en diferentes
volúmenes, lo que permitirá que cada trimestre el libro sea
más fino y, por lo tanto, pese menos.
Por parte de las autoridades educativas se toma el problema
como grave y, de forma urgente, se pasa a la acción, pues la
determinación de las dimensiones y el peso de la mochila
permitirán a los alumnos tener una mejor calidad de
enseñanza. Se estudia la reducción de los libros a través de
las nuevas tecnologías informáticas, que permitirán la
enseñanza sin libros para algunas materias.
Los médicos especialistas en escoliosis y patologías
vertebrales, reconocen que a pesar de las advertencias, el
problema no ha disminuido. “El peso excesivo de material
escolar daña la columna vertebral en fase de crecimiento,
por lo que un niño de diez años debería transportar entre
dos o tres kilos, pero llevan el doble”. Se estima en un 70%
de las patologías dolorosas de la columna se producen con el
llamado “peso de la cultura”.
Siguen los médicos afirmando que el dolor de espalda
“cultural” se ve favorecido por el hecho de colocarse la
mochila pocos minutos después de haberse levantado, o
después de varias horas de clases sentado. También una
recomendación: que la mochila no se coja directamente del
suelo, sino que se apoye en una mesa. También que, para
fortalecer los músculos aconsejan el ejercicio físico.
La escoliosis en una curvatura lateral de la espina dorsal,
que se da frecuentemente en el intervalo de edad de 12-16
años y que abunda más en las mujeres que en los hombres, en
una proporción 8:1.
Los niños afectados presentan un omóplato más prominente que
el otro y un hombro o cadera más alta que la otra. Al
inclinarse hacia delante, puede producirse una giba
destacada.
El tratamiento depende de lo acentuado de la curvatura, de
la localización de la misma y la edad del paciente. Se trata
mediante el uso de corsé, o, en el peor de los casos,
intervención quirúrgica.
Mientras las soluciones propuestas –en Italia- es ponerlas
en marcha, los médicos, como primera medida, aconsejan que
los niños lleven las mochilas sobre ruedas. Pero así,
también suele producirse problemas de columnas, porque todo
depende de cómo se manipule el “carrito”, Tirar de él, o
empujar. Los médicos aquí aconsejan que la columna sufre
menos “empujando”, por lo que hay que descartar “tirando”,
es decir, el carrito delante de nosotros, no detrás. También
con el sistema de “empujar”, utilizamos los dos brazos; en
cambio, “tirando”, solamente uno. Mayor comodidad, pues.
Si no se pone freno, si no se dan soluciones a este problema
–mochila sobre la espalda- no tardará mucho tiempo para que
nuestros alumnos y alumnas se vean afectados por esa
escoliosis que, como he indicado anteriormente, se produce a
una temprana edad. En nuestro país, como han hecho ya los
italianos, si no hay medidas en marcha, bueno será que
nuestros responsables educativos se pongan el mono de
trabajo, y den soluciones. Creo que es más urgente que la
imposición de la EpC.
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