Siempre que han querido acceder a mi para una entrevista de
Diwali, he advertido de que solo hablaría de mis vivencias
familiares por la gran persona que era mi padre, el nos
integró como hizo el en vida en por y para España, y cuando
era Diwali nos llevaba a comer a los famosos Casa Fernando,
Bar Niza, Los Pulpos, o San Marco y esas meriendas de
bandejas de pasteles de la Campana y el Vicentino. Mi padre
siempre nos recordaba en esas fechas entrañables eso de
comer lo que queráis, no me pidáis una moto ni un yate, pero
eso de la comida yo lo he vivido y he visto en Pakistán y en
la India el hambre y la necesidad, mi padre me dio licencia
para matar con un dedo de butifarra o peineta a todo aquel
que me dijera que era rico en la India, antes de venir aquí,
el vivió en sus carnes la independencia de la India con
Pakistán, el éxodo masivo de un lado para otro que sale en
la película Gandhi, nos sobrecogió cuando mi padre se acercó
al televisor y nos dijo, hijos míos, yo iba en esa caravana,
todo lo que sale ahí es cierto. Yo no entiendo de festividad
del punto de vista religioso, a veces tengo que llamar por
teléfono a alguien para saber en que año estamos. Este año
coincidiendo con la visita de Sus Majestades LOS REYES DE
ESPAÑA, también he culminado mi asignatura pendiente con mis
lazos hindues, el habernos casado por el ritual hindú Gema y
yo.
De un pedazo de Diwali con unas fiestas y ambientes que
recuerdo bien seria sobre el año 79, mi madre me arregló
como un San Luis, me echo un maqueo de peinado y colonia, y
fui a Almacenes Tokio donde trabajaba mi padre, a celebrar
con todo el personal familiares y amigos, la celebración en
el comercio de la entrada del Diwali.
De los mejores en ese ambiente Paco Torres y Nicanor los dos
bailando sevillanas, que tiempos aquellos…. Yo en el fragor
y ambiente de la noche, me fui acercando tímidamente a Dipu
hijo de Arjan y Andres Domínguez JR, empezamos a charlar y
presentarnos y jugar, nos sentamos en el despacho de Arjan
como si fuéramos el cuerpo ejecutivo de la empresa. Mis
primos Manoj y Dipu hacen gestos a mi padre, bien entrada la
madrugada que fuéramos a una casa que habían quedado, era
casa de Chandru el negrito, a mi primo Manu le gustaba la
prima de no se quien que era española y estaba lozana y de
buen ver, Chandru tenia su mujer española o sea cristiana, y
sus suegros estaban bien avenidos y mezclados con los
paisanos de Chandru, yo flipaba tan chico yo en ver ese
pedazo de fiesta de Diwali, se alternaba la música india con
las épocas de la película Grease y la música de los Bee-Gees,
yo veía a un paisano que tiene el comercio por el reloj de
la plaza y el hombre estaba eufórico y tan a gusto que no
paraba de jalear a uno de los bailongos, quiero recordar que
también en la fiesta estaba el mítico DANI, no se a quien de
los bailarines desmadrados, el suegro de Chandru, el español
le hizo gestos que se controlase, que no quería que se
desmadrase la cosa, al final el hombre medio cabreado llamó
a mi padre y salimos todos al balcón de la terraza a tomar
el fresco y charlar. El hombre le decía a mi padre, mira
Shanker a fulano le voy a meter un trompazo que va a salir
volando por el balcón, yo atento tan chinorri, estaba con la
antena puesta, como quien no va la cosa, le contaba la
historia por confianza a mi padre, comprendía la cogorza y
melopea que se cogía en Diwali, que el respetaba a su yerno
y su fiesta, pero que era su casa a fin de cuentas, le dijo
a mi padre lo que el bailarín de turno decía, ¡Tu no tienes
cojones de echarme de la fiesta, toma ya…, el hombre mayor
le dijo, cojones vente conmigo a la calle… el otro se jiñó
vivo.
A fin de cuentas la anécdota de los cojones, no tiene que
ver una cosa con la otra, pero fue una de las mejores frases
lapidarias que he oído desde entonces en mi vida, eso de la
testiculina de las peleas de machos. Para mi esa noche fue
una de mis veladas preferidas junto con la del año 1999,
veinte años después mi padre acababa de dejarnos para
siempre, pero con emoción y orgullo fuimos y participamos en
todos los actos del Diwali party en Ceuta, lo del hombre me
aclaró que todo hombre tiene sus cojones mas echados para
detrás o delante, los tiene.
Shub Diwali, 25 años de fútbol compartido con muchos
paisanos, que ya somos padres, de aquellos regalos y
abrazos.
Siempre suenan campanas, trompetas tambores de fiesta de
Diwali, a la Senda del Dharma, a la luz de los vedas, que
pedazo de época mantenemos el legado de Corazones de la
India, almas en Ceuta.
|