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OPINIÓN - VIERNES, 9 DE NOVIEMBRE DE 2007

 
OPINIÓN / ESCRITOS CABALLAS

Un pedazo Diwali

Por Javier Cherllarám


Siempre que han querido acceder a mi para una entrevista de Diwali, he advertido de que solo hablaría de mis vivencias familiares por la gran persona que era mi padre, el nos integró como hizo el en vida en por y para España, y cuando era Diwali nos llevaba a comer a los famosos Casa Fernando, Bar Niza, Los Pulpos, o San Marco y esas meriendas de bandejas de pasteles de la Campana y el Vicentino. Mi padre siempre nos recordaba en esas fechas entrañables eso de comer lo que queráis, no me pidáis una moto ni un yate, pero eso de la comida yo lo he vivido y he visto en Pakistán y en la India el hambre y la necesidad, mi padre me dio licencia para matar con un dedo de butifarra o peineta a todo aquel que me dijera que era rico en la India, antes de venir aquí, el vivió en sus carnes la independencia de la India con Pakistán, el éxodo masivo de un lado para otro que sale en la película Gandhi, nos sobrecogió cuando mi padre se acercó al televisor y nos dijo, hijos míos, yo iba en esa caravana, todo lo que sale ahí es cierto. Yo no entiendo de festividad del punto de vista religioso, a veces tengo que llamar por teléfono a alguien para saber en que año estamos. Este año coincidiendo con la visita de Sus Majestades LOS REYES DE ESPAÑA, también he culminado mi asignatura pendiente con mis lazos hindues, el habernos casado por el ritual hindú Gema y yo.

De un pedazo de Diwali con unas fiestas y ambientes que recuerdo bien seria sobre el año 79, mi madre me arregló como un San Luis, me echo un maqueo de peinado y colonia, y fui a Almacenes Tokio donde trabajaba mi padre, a celebrar con todo el personal familiares y amigos, la celebración en el comercio de la entrada del Diwali.

De los mejores en ese ambiente Paco Torres y Nicanor los dos bailando sevillanas, que tiempos aquellos…. Yo en el fragor y ambiente de la noche, me fui acercando tímidamente a Dipu hijo de Arjan y Andres Domínguez JR, empezamos a charlar y presentarnos y jugar, nos sentamos en el despacho de Arjan como si fuéramos el cuerpo ejecutivo de la empresa. Mis primos Manoj y Dipu hacen gestos a mi padre, bien entrada la madrugada que fuéramos a una casa que habían quedado, era casa de Chandru el negrito, a mi primo Manu le gustaba la prima de no se quien que era española y estaba lozana y de buen ver, Chandru tenia su mujer española o sea cristiana, y sus suegros estaban bien avenidos y mezclados con los paisanos de Chandru, yo flipaba tan chico yo en ver ese pedazo de fiesta de Diwali, se alternaba la música india con las épocas de la película Grease y la música de los Bee-Gees, yo veía a un paisano que tiene el comercio por el reloj de la plaza y el hombre estaba eufórico y tan a gusto que no paraba de jalear a uno de los bailongos, quiero recordar que también en la fiesta estaba el mítico DANI, no se a quien de los bailarines desmadrados, el suegro de Chandru, el español le hizo gestos que se controlase, que no quería que se desmadrase la cosa, al final el hombre medio cabreado llamó a mi padre y salimos todos al balcón de la terraza a tomar el fresco y charlar. El hombre le decía a mi padre, mira Shanker a fulano le voy a meter un trompazo que va a salir volando por el balcón, yo atento tan chinorri, estaba con la antena puesta, como quien no va la cosa, le contaba la historia por confianza a mi padre, comprendía la cogorza y melopea que se cogía en Diwali, que el respetaba a su yerno y su fiesta, pero que era su casa a fin de cuentas, le dijo a mi padre lo que el bailarín de turno decía, ¡Tu no tienes cojones de echarme de la fiesta, toma ya…, el hombre mayor le dijo, cojones vente conmigo a la calle… el otro se jiñó vivo.

A fin de cuentas la anécdota de los cojones, no tiene que ver una cosa con la otra, pero fue una de las mejores frases lapidarias que he oído desde entonces en mi vida, eso de la testiculina de las peleas de machos. Para mi esa noche fue una de mis veladas preferidas junto con la del año 1999, veinte años después mi padre acababa de dejarnos para siempre, pero con emoción y orgullo fuimos y participamos en todos los actos del Diwali party en Ceuta, lo del hombre me aclaró que todo hombre tiene sus cojones mas echados para detrás o delante, los tiene.

Shub Diwali, 25 años de fútbol compartido con muchos paisanos, que ya somos padres, de aquellos regalos y abrazos.

Siempre suenan campanas, trompetas tambores de fiesta de Diwali, a la Senda del Dharma, a la luz de los vedas, que pedazo de época mantenemos el legado de Corazones de la India, almas en Ceuta.
 

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