La clase política que se dice
progresista y de izquierdas, ‘oficialismo’ del PSOE al
margen, reeditará esta tarde en el Salón de actos del
edificio sindical la primera de las reuniones del denominado
‘foro de la izquierda’ tras el letargo al que sus impulsores
lo sometieron, según su propia versión, para no “interferir”
con la línea de acción de los partidos políticos,
concretamente de los socialistas, para las elecciones
autonómicas del pasado 27 de mayo. Los Aróstegui, Ali, Musa,
Gil y compañía se enfrenta, en realidad, a un reto mucho más
difícil que el de ponerse de acuerdo en un conjunto de ideas
que, recopiladas en negro sobre blanco, les permitan crear
un programa y una candidatura común para presentarse a los
comicios generales del próximo mes de marzo y a otras
elecciones venideras como un “frente” capaz de hacer frente
a la “hegemonía de la derecha” en Ceuta, que no deben
olvidar ha sido refrendada consulta tras consulta por los
ciudadanos. Antes que luchar contra el Partido Popular
deberán afrontar una pelea tan o más difícil dentro de ellos
mismos y en se espacio de “debate” que se proponen mantener.
Durante muchos años cada uno ha gozado de su propio altavoz
para manifestar, cuando y como le ha convenido, sus propias
opiniones. Entre otras cosas, porque nadie está libre de
responsabilidad en la situación actual de la izquierda
ceutí, esta libertad les granjeó la animadversión radical de
quienes, en la Ejecutiva Regional del PSOE que dirigía Toñi
Palomo, no comprendían muchas de sus declaraciones, a veces
incomprensibles para quien teóricamente está sometido a una
disciplina interna. Está por ver, y seguramente de ello
depende la viabilidad de su planteamiento en común y el
poder llegar a un entendimiento con los socialistas (que
tampoco escapan de esa enfermedad), que las cabezas visibles
de este ‘foro’ sean capaces de entenderse y someter sus egos
personales para lograr ese “bien común” para Ceuta que dicen
defender al promover una “alternativa sólida al PP” en la
arena política ceutí.
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