Y no podía haberla, porque tampoco
había habido “borrachera”, aquí en Ceuta, todo lo del lunes
fue con plena naturalidad marcando los pasos que indicaba el
corazón y al mismo tiempo la razón.
Lo más bonito que podemos decir es que, en Ceuta, en todo el
día, a lo largo de todo el lunes, no hubo ni un solo
incidente y no es que haya que achacarlo a las muchas
fuerzas de seguridad, que la hubo, sino a esa naturalidad, a
esa espontaneidad de la gente que hizo las cosas sin romper
con protocolos, y sin “dar la nota”, donde no tenía que
darla.
Así es como se ve lo que es un pueblo y eso lo han visto y
lo han valorado los medios de comunicación de fuera, que se
han llevado de Ceuta la impresión que se merece esta tierra.
He intentado ver y oír casi todo, respecto a la visita de
los Reyes a Ceuta y si dejamos de lado “el charangueo” que
se quiso montar, pero no tuvo éxito, al otro lado de la
frontera, en todo lo demás, absolutamente en todo, han sido
parabienes, valoraciones positivas y opiniones muy valiosas
de lo que Ceuta es, y de lo que, en un momento especial es
capaz de hacer.
Ni uno solo de los informativos ha puesto un reparo de
ningún tipo a Ceuta y a los ceutíes, más bien al contrario,
se empieza a valorar y a justipreciar lo que son las primera
autoridades locales, muy en concreto su presidente, al que,
y no es nuevo, comentaristas de talla le colocan en puestos
de altura, si es que el PP ganara las elecciones del 9 de
marzo.
Por una vez, y es que desde fuera se sabe valorar lo que
hay, cuando lo hay, la imagen de Ceuta ha salido muy
valorada. Nadie, desde aquí, podrá decir que es que fuera no
nos quieren, porque eso no es cierto, cosa que se demuestra
en el hecho de que el lunes y posiblemente el martes ( este
por Melilla) en todos los informativos el punto de arranque
era Ceuta con los Soberanos aquí y con todo el pueblo de
Ceuta en la calle.
Y es mucho, según los cálculos que, de una población de
menos de 90000 habitantes, al menos 35000 estuvieran al lado
de los Reyes. Un porcentaje así, si somos sinceros, es casi
imposible que pueda darse en otro tipo de ciudades. Pero en
Ceuta se ha dado.
¿Y ahora?, pues ahora a seguir con la vida normal en la
ciudad, intentando superar el día a día con más nota y
tratando que esa imagen vendida por medio mundo no la
emborrone ningún patán a las primeras de cambio.
En estos instantes debo coger alguna de las frases
importantes que ayer no recogíamos de los discursos:
“Una tierra en la que cuando decimos ¡ Viva Ceuta! también
estamos diciendo ¡Viva España! Y ¡Viva el Rey!”. Era el
final del discurso de Juan Vivas.
Y si sentidas son esta palabras, no menos lo eran estas del
Rey Juan Carlos:”Sentimos una especial emoción y alegría al
encontrarnos hoy de nuevo en Ceuta, esta vez con motivo de
nuestra primera visita institucional como Reyes”.
Lo dejaba claro Su Majestad, no habían venido de paseo, no
habían venido por iniciativa propia, a ver qué había, “era
la primera visita institucional como Reyes”. Es cierto que
hace casi 40 años habían estado aquí, pero entonces era otra
cosa, entonces había un Jefe del Estado distinto y ellos
vinieron como príncipes. Las personas eran las mismas, pero
el significado del viaje era otro. Eso lo sabíamos todos.
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