La asociación ecologista Septem Nostra solicitó ayer a la
autoridad portuaria que exija a la empresa adjudicataria del
proyecto de construcción de la futura planta de biodiésel el
estudio de impacto medioambiental y la autorización
ambiental integrada.
Según el presidente de Septem Nostra, José Manuel Pérez,
estos documentos “son fundamentales para que la población
pueda examinar la evaluación de impacto ambiental en el
periodo de exposición pública”. Los ecologistas demandan que
se aplique a la instalación de una planta de producción de
biocombustibles la Ley de Residuos.
Asimismo, se refirieron a la generación de actividades
molestas, insalubres, nocivas y peligrosas para que la
empresa adjudicataria tenga en cuenta el Reglamento que
regula estas actividades. Pérez también ha realizado una
petición expresa a la Ciudad Autónoma y la Confederación
Hidrográfica del Guadalquivir para que realice un informe
sobre la viabilidad hídrica del proyecto que requerirá “un
consumo de un millón de metros cúbicos de agua anuales”.
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