La llamada “sociedad civil”, inducida y coordinada por el
régimen marroquí, ha organizado estos días diferentes
acciones en el Norte de Marruecos contra la visita de Don
Juan Carlos y Doña Sofía, con la excepción de algunas
entidades políticas y de derechos humanos: “Estamos
naturalmente en contra contra la visita de los Reyes a
‘Sebta y Melilia’, pero tampoco queremos dejarnos manipular
por el “Makhzén”
Si en Tetuán, políticos y sindicalistas entregaban una carta
al Cónsul de España, Javier Jiménez Ugarte, denunciando la
visita, el llamado “Comité Nacional para la Liberación de
Ceuta, Melilla y las Islas”, dirigido por el abogado Hayi
Lahbib y que funciona bajo el “paraguas” de la “Asociación
Pro Derechos Humanos” presidida por el mismo, organizó estos
dos últimos días una serie de concentraciones, el domingo
ante la representación consular española en la antigua
capital del Protectorado, en la que algunos de los
organizadores, megáfono en mano, llegaron a dar “vivas” a la
organización terrorista ETA durante breves momentos, siendo
increpados por la mayoría de los asistentes que no
secundaron la grotesca iniciativa. Más tarde el mismo Hayi,
responsable de la convocatoria, pidió perdón por los gritos.
Sobre 300 personas jalearon consignas, preparadas de
antemano, como “Fuera Juan Carlos”, “España, estado
colonial” y otras de similar factura.
Ayer lunes, alrededor de mil personas (menos de la mitad
transportada por autobuses preparados para la ocasión) se
concentraron y gritaron consignas durante casi dos horas a
la entrada marroquí de la frontera de “El Tarajal”, conocida
como “Bab Sebta” (Puerta de Ceuta). En ambas ocasiones, el
abogado Hayi, presidente para más señas de una asociación de
derechos humanos, dejo caer veladas amenazas fruto, quizás,
de su pasado viaje a Rabat: desde calificar la visita de los
Reyes de España como “peligrosa”, advirtiendo que “va a
poner en crisis las relaciones bilaterales”, a la adopción
de la llamada “diplomacia paralela” en la que, como ya se
sabe, no son descartablesa acciones de “guerra de baja
intensidad” : Marruecos, al no obtener respuestas
satisfactorias a su reivindicación sobre Ceuta y Melilla
“puede utilizar en el futuro cartas como el Sáhara, la pesca
o la inmigración”, “estamos llegando al límite”.
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