El Salón del Trono de la Asamblea de Ceuta, inaugurado hace
ahora 80 años por los Reyes Alfonso XIII y Victoria Eugenia,
recibió con sus mejores galas a los Reyes de España, que
visitaron la institución acompañados por la ministra Elena
Salgado. Ante el más selecto elenco de personalidades, el
presidente hizo entrega de la Llave de Oro de la Ciudad al
Rey Don Juan Carlos, que mostró su emoción y su profundo
agradecimiento al pueblo de Ceuta por su cálida acogida.
El acto, solemne, cerraba una página de la historia que la
ciudad había querido ver escrita muchas veces y que ahora,
por fin, tiene.
Mientras sus Majestades los Reyes se aproximaban al centro
de la ciudad en una hilera de lujosos vehículos, en el Salón
del Trono de la Asamblea de Ceuta les esperaban ya los
máximos representantes institucionales de la sociedad ceutí.
Entre ellos se encontraban los directores provinciales del
Gobierno central, como Jesús Lopera, director del INGESA, y
Juan José León Molina, del Ministerio de Educación y
Cultura. Además estaban presentes las distintas comunidades
culturales de Ceuta, representadas por Ramesh Chandiramani
en el caso de la hindú, Menahem Gabizón de la judía y Laarbi
Maateis, representante de la Unión de Comunidades Islámicas
de Ceuta (UCIDECE). Por parte del sector católico destacaba
la figura del obispo de Ceuta y Cádiz, Antonio Ceballos.
El sector empresarial estaba representado por Luis Moreno,
presidente de la Cámara de Comercio, y el Universitario por
Fernando Jover, director provincial de la UNED. Muchas más
personalidades, hasta sobrepasar la centena, poblaban el
salón, expectantes ante la inminente llegada de la visita
más ilustre que esta sala hubiera recibido hasta entonces.
Al fondo del Salón del Trono, se escuchaban a través de las
ventanas los vítores y el furor de los ceutíes, que ya
estaban viendo a Sus Majestades entrar en el consistorio. En
unos momentos llegaron con amplias sonrisas, y en estricto
orden, las autoridades del Gobierno ceutí, que pronto
tomaron asiento en las primeras filas.
El silencio y quietud de la zona donde se acomodaban las
personalidades, contrastaba con el estrés, el movimiento y
la tensión que se vivía en la zona trasera habilitada para
los periodistas, encabezados por una larga lista de
reporteros gráficos que se empeñaban en conseguir el mejor
ángulo antes de que llegaran los Reyes. Y casi sin darnos
cuenta, ya estaban allí, Don Juan Carlos y Doña Sofía
accedieron a la sala en la que todo el mundo se puso en pie,
ante un gran silencio, seguidos de la ministra de
Administraciones Públicas, Elena Salgado, y el presidente de
la ciudad, Juan Jesús Vivas.
Vivas fue el primero en tomar la palabra en un discurso
escrito [cosa no habitual], que recalcaba su personal
gratitud y la del pueblo de Ceuta a los Reyes de España por
visitar la ciudad, al otro lado del Estrecho, por primera
vez en la democracia. Así, Vivas dijo que el día en que le
informaron sobre la visita Real, ésta se había convertido en
“la mejor noticia” que había recibido “como presidente y
alcalde”.
Los ecos de los aplausos y vítores del exterior en apoyo a
las palabras del presidente, cortaban de vez en cuando con
el ambiente sobrio e institucional del Salón del Trono, que
sólo rompió en aplausos ante el fin del discurso de Vivas,
quien seguidamente entregó al Rey la Llave de Oro de la
ciudad. Una vez que Don Juan Carlos tuvo en sus manos el
presente, el aplauso fue aún más intenso.
Su Majestad quiso dejar claro en su discurso la gratitud
recíproca de los Reyes al pueblo de Ceuta por su “muy cálido
recibimiento”, y expresó su satisfacción por haber cumplido
un “compromiso pendiente con Ceuta, los ceutíes y sus
autoridades” pero también con ellos mismos ”como Reyes, que
se deben ante todo a todos los españoles”.
Tras estas palabras, el público que seguía la retransmisión
en directo desde el exterior de la Asamblea rompió en
aplausos. Como así lo hizo al final del discurso de Su
Majestad, el Salón del Trono al completo, que se alzó en una
gran ovación de agradecimiento a los Reyes de España.
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