Objetivo cumplido. La normalidad fue la nota predominante en
una visita única y sin precedentes que logró movilizar a
25.000 ceutíes en la plaza de África, según cifras
oficiales. El especial operativo de seguridad diseñado y
puesto en marcha ha cosechado los resultados perseguidos, la
falta de incidentes.
La visita de Sus Majestades los Reyes trajo consigo la
actuación de algo más de tres centenares de agentes, uno de
los mayores dispositivos policiales registrados en la
historia de Ceuta.
La concentración de personas en el centro neurálgico de la
visita, esto es la Gran Vía y la plaza de África, fue muy
importante ayer. Alrededor de 25.000 ceutíes vivieron la
visita de los monarcas desde el propio núcleo de Ceuta. Para
velar por el normal desarrollo de los actos y para proteger
la integridad de los Reyes y el público asistente se
coordinó un dispositivo integrado por cerca de 350 agentes.
Un total de 250 efectivos de la Policía Nacional y la
Guardia Civil participaron mientras que otras 100 unidades
de la Local también estuvieron presentes.
La intrahistoria
Muy temprano comenzó la jornada para los integrantes del
operativo dispuesto para la visita de los monarcas a Ceuta.
Los agentes de la Unidad de Intervención de la Policía
Nacional, venidos de fuera y expertos en estas lides estaban
en sus puestos desde las 8.00 horas de la mañana. Una
columna de policías desfilaba desde el helipuerto, pasando
por la Gran Vía ceutí y finalizando en la plaza de África.
A pie de calle efectivos, pero también en los tejados y en
los puntos altos del área de la visita. Los había, aunque su
misión era observar y pasar desapercibidos. Apostados en las
azoteas de la Catedral, y los edificios de viviendas que
rodeaban a la plaza, allí estaban. Su labor, escrutar con la
mirada cada rincón del recorrido, cada aglomeración de
personas para dar con algún movimiento sospechoso. Por otro
lado, y dentro del gentío, agentes de paisano. Su labor,
conocer desde dentro lo que se cocía entre el público.
A las 11.45 horas todo estaba montado. Los cuerpos de
seguridad en sus puestos desde hacía horas, el público
enfervorizado animando y agitando las banderas y los
miembros de la Corporación Municipal, a la espera. Fueron
unos momentos de tensión para los agentes que estaban
deseando que los acontecimientos, para los que estaban
preparados, se sucedieran.
El jolgorio colectivo, los gritos y el movimiento de
banderas era el síntoma de que los Reyes llegaban. Fue un
recorrido circular rodeando la plaza de África. Don Juan
Carlos y Doña Sofía, cercanos, pero rodeados de su pequeño
séquito de seguridad. Guardaespaldas, personal de la Casa
Real, agentes de la Policía Nacional y demás autoridades.
El recorrido a pie supuso el momento crucial de la visita de
los monarcas. Unos segundos de tensión que pasarán a formar
parte de los anales de la historia.
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