Parece que los nervios atenazan al
mandamás de la Plaza de los Reyes quien parece atisbar en
próximas fechas acercamientos de algunos altos cargos de la
institución que el dirige con el sector crítico de los
socialistas ceutíes arriesgando su actual posición
circunstancia que, ha provocado el descubrimiento de su
verdadera personalidad.
Según publicaba la semana pasada este periódico, Jenaro
García Arreciado convocó una reunión de la Comisión de
Asistencia integrada por los responsables del Ingesa,
Ministerio de Educación y Ciencia, Seguridad Social,
Extranjería, Fomento y Sanidad al objeto de exigir a estos
el cese de cualquier tipo de relación con miembros del
sector crítico de los socialistas ceutíes bajo amenaza de
cese inmediato.
Debo aclarar que, según publica este periódico, las
filtraciones fueron realizadas por personas cercanas a los
protagonistas de esta reunión que ha provocado una respuesta
dictatorial alejada completamente del supuesto talante de
los socialistas empeñados en mantener alejados de calle
Daoíz a su sector crítico liderado por Basilio Fernández y
Antonio Gil.
Aunque, que podemos pensar de una formación que en sus bases
ideológicas promulga que son un partido de progreso al
servicio de la ciudadanía, abierto a la participación de
hombres y mujeres que expresan sus ideas y preocupaciones
pero que, cierran la puerta a su propia militancia cuando
discrepan de la línea oficialista.
En definitiva, deberíamos cuestionarnos que beneficio nos
aporta una formación política que se confiesa paradigma de
la libertad, igualdad y solidaridad pero que, en realidad,
margina a todos aquellos militantes históricos discrepantes
con la actual dirección llegando incluso, a la coacción.
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