La Asociación Deportiva Ceuta encajó su segunda derrota
consecutiva ante el Águilas, en un partido donde los ceutíes
nunca fueron capaces de adaptarse a las condiones de El
Rubial. Y es que, precisamente por las reducidas dimensiones
del terreno de juego, Diego Quintero apostó por un sistema
demasiado conservador con Alberto incrustado en la línea de
cuatro actuando como tercer central. Un planteamiento
rácano, antítesis de lo pregonado por el técnico sevillano,
que durante la primera mitad no sirvió para crear ni una
sola ocasión de peligro sobre la portería de Iván Gómez. Por
lo que el cancerbero blanquiazul tuvo que esperar hasta la
segunda mitad, cuando los suyos iban con ventaja, para tener
algo de trabajo.
En los primeros compases ya se pudo comprobar que el duelo
iba a estar marcado por el fútbol directo. Un estilo en el
que los murcianos se mueven como pez en el agua, por lo que
a medida que fueron transcurriendo los minutos se hicieron
con el control de la situación. Aún así las ocasiones
tardaron en llegar, puesto que las imprecisiones fueron la
nota predominante en el primer cuarto de hora.
Así los blanquiazules impusieron su ritmo ganando terreno y
profundidad. En esas el fuego lo rompió Aarón al rematar de
cabeza un balón colgado desde la diestra. La siguiente sería
mucho más clara, al caerle a Tariq un balón entrelíneas, al
que Lledó salió al corte abortando el peligro.
Por su parte los ceutíes, que ayer volvieron a vestir de
negro, lo intentaban a la contra o buscando balones largos
por mediación de Lledó, pero sin fortuna. Y es que los
ceutíes tendrían que esperar hasta el minuto veinticinco
para su primera aproximación que aconteció en un saque de
esquina, para más inri, repelido por la zaga local.
A medida que se iba acercando el descanso las oportunidades
para los de Miguel Rivera, que ayer dirigió a los suyos
desde la grada por sanción, se fueron sucediendo. En esas el
excaballa David Franch se metió hasta la cocina para poner
el ´pase de la muerte´ ante la salida de Lledó, sin
encontrar rematador.
A continuación probaría suerte Navarro, en ambas acciones de
disparo lejano, que se fueron desviados.
Hasta ese momento el Ceuta todavía no había buscado la
puerta rival y lo hizo cuando Aitor, en la recta final del
primer periodo, botó una falta lejana a la que Iván Gómez
respondió de puños.
Poco más que contar en los primeros cuarentaicinco minutos
con los ceutíes conformándose con el empate y perdiendo
tiempo.
Visto lo visto en el primer acto, el Águilas salió en el
segundo con mucha más mordiente. Prueba de ello que a los
veinte segundos David Franch rozó el gol, al robar el
esférico tras el saque de centro y plantarse en la frontal
sin oposición para disparar fuera por poco. Una ocasión que
serviría como antesala a la que vendría a continuación, al
rematar Pelegrina libre de marca en el segundo palo un saque
de esquina, poniendo a los suyos en ventaja.
Por debajo en el marcador el Ceuta se intentó crecer,
yéndose a por la igualada. Y pudo llegar si no llega a ser
por Iván Gómez que sacó un remate de Alberto a bocajarro
cuando se cantaba el empate, en la que fue la ocasión más
clara para los visitantes.
Viendo que peligraba el triunfo el Águilas no se conformó
con esa mínima ventaja y apunto estuvo de poner tierra de
por medio cuando Aarón puso un servicio a Tariq para que
este, en un segundo intento, viera como Txiki sacaba desde
el suelo su remate. Antes de que los ceutíes se fueran
descaradamente arriba Navarro lo volvió a intentar con un
disparo seco que detuvo Lledó.
Viendo que se marchaban de vacío, los caballas se fueron
arriba con todo, pero la falta de acierto en el remate les
pasó factura. De esa forma Javi Navarro lo intentó de ahí al
final hasta en tres ocasiones, saliendo sus remates
desviados. Uno a la media vuelta, otro al rematar un córner,
y el último al cabecear por encima del travesaño un envío
desde la izquierda.
En pleno correcalles, con los dos equipos intentando
aprovechar los huecos dejados por el rival, ambos conjuntos
disfrutaron de ocasiones. Primero, por parte del Águilas,
Tariq la tuvo al rematar demasiado cruzado una falta botada
desde la derecha. Aunque la más clara la tuvo Edu Espada al
plantarse ante Lledó y, desequilibrado por Pepe Martínez,
estrellar el esférico en la valla publicitaria. Una acción
que supuso el contragolpe de los ceutíes que pudieron
empatar, pero ni Tato ni Enzo fueron capaces de encontrar la
puerta rival.
Con todo visto para sentencia, y cuando parecía que el
partido iba a acabar así, un error de Txiki sirvió para que
Aarón pusiera el 2-0 definitivo, que supuso la segunda
derrota consecutiva de los ceutíes y les hace salir de los
puestos de privilegio.
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