La suerte que tenemos los
mortales, es poder poner en marcha el mejor ordenador del
mundo, el cerebro, y recuperar todo aquellas vivencias que
hemos tenido a lo largo de nuestra vida.
Mañana, los Reyes de España, visitarán oficialmente Ceuta.
Será la primera visita Real en 80 años desde que nos
visitara Alfonso XIII en el año 1.927-. Como anécdota de
esta visita de Alfonso XIII, la murga caballa le sacó una
coplilla que decía”… Aquella noche señores, nadie en la
ciudad dormía, pero se olvidaron de poner una luz en la
pescadería, y una vieja que vende estropajos puso una
bandera que estás todavía… “.
Hace treinta y siete años, con motivo del L aniversario de
la Legión, llegaron a nuestra ciudad en visita oficial, los
por entonces príncipes de España don Juan Carlos y doña
Sofía. Y esa primera visita oficial de los príncipes de
España, ha hecho poner en movimiento el disco duro de mi
cerebro y traerme recuerdos inolvidables.
Una semana antes del acontecimiento, el por entonces
director general del Ente público, RNE, del que yo era
corresponsal en nuestra tierra, me llamó para darme las
ordenes pertinentes de cual sería mí trabajo a realizar para
cubrir la visita de los Príncipes de España.
Se me advirtió que no vendría ningún compañero como refuerzo
al trabajo a realizar, ya que se confiaba plenamente en mí
persona para cubrir el vento. Mi sorpresa aumentó cuando,
del mismo modo, se me ordenó a la hora que debería
presentarme ante el marqués de Mondejar, jefe de la Casa
Real, para ponerme a su entera disposición.
El marqués me dio órdenes concretas y que consistían en que
sería el único interlocutor válido entre los medios
desplazados para cubrir el evento y la Casa Real. Ni que
decir tiene la sorpresa que se reflejó entre los compañeros
desplazados para cubrir la información, cuando les comuniqué
cual era mí misión con ellos y, además, les alegué que era
simplemente el corresponsal en Ceuta de RNE.
Creo que para todos ellos, la sorpresa fue tan mayúscula
como la mía cuando se me dio esa misión. Al final puede
decir, con todo el orgullo del mundo, que todos mis
compañeros me felicitaron por el trabajo realizado. Es más
algunos de ellos, me dijeron que no les extrañaría nada
verme en Madrid.
Encabecé la comitiva, en la vuelta que le dieron a Ceuta,
antes de dirigirnos a la Legión, donde finalizado el acto,
el marqués me dijo que me llevara a comer, al desaparecido
Delfín Verde, a una parte de la escolta venida de Madrid. Y
allí entre plato y plato, un camarero no tuvo mejor cosa que
hacer, que volcarme toda una ensalada en la chaqueta. No
tenía tiempo de ir a cambiármela por otra, teníamos que
estar presente en el acto de despedida en el Ayuntamiento. Y
allí, al despedirme de los príncipes, Juan Carlos, me puso
la mano en el hombro y me dijo “Hoy te he hecho trabajar
duro. Buen trabajo”. Fue lo mejor que me ha pasado en mis
muchos años de profesión.
Fui a despedirme del marqués de Mondejar, que me felicitó y
me entregó una tarjeta con un número personal, al que
debería llamar si quería incorporarme en Madrid a RNE. Ese
teléfono nunca sonó.
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