Los grandes aficionados a la música, llámenlos melómanos,
tienen a mediados de mes (14, 15 y 16) una cita con el jazz,
un sonido que siempre ha vivido en el Olimpo de los estilos
musicales desde que naciera a finales del siglo XIX en
Estados Unidos y se expandiera a lo largo y ancho del
planeta durante la pasada centuria.
El jazz se caracteriza por eludir la ejecución de las
interpretaciones a partir de la lectura fiel de una
partitura y, consecuentemente, por la improvisación, aunque
en sí misma no sea la única característica definitoria. La
Asociación Cultural La Coctelera –en colaboración con la
Consejería de Educación, Cultura y Mujer– llegará a la
decimotercera edición del Festival Internacional de Jazz de
Ceuta; un número con caché de supersticioso, y tal vez por
ello han asegurado el espectáculo con la contratación de la
polaca Anna Maria Jopek, Third World Love y Charlie Hunter
Trio.
Jopek es considerada como la mejor cantante de jazz polaco
del momento. Educada en la Academia Chopin de Música de
Varsovia y luego en el Departamento de Jazz de la Escuela de
Música de Manhattan, llega a la fama gracias a su
participación en el Festival de la Canción de Eurovisión en
1997 con el tema Ale Jestem.
Su primer disco, titulado homónimamente como su canción
eurovisiva, de gran influencia folk, alcanza la cifra de
200.000 copias vendidas en su país natal. En sus
producciones discográficas, Jopek experimenta con estilos
diferentes, pero el jazz, con su particular interpretación,
hace que se convierta en una de las grandes intérpretes del
género en la Europa Oriental.
La carrera de Jopek a nivel internacional es todavía corta.
Su primer disco editado fuera de Polonia fue Barefoot hace
apenas cuatro años, una reedición del albúm Bossa del año
2000.
En 2002 sale a la venta Upojenie, un disco realizado en
colaboración con el guitarrista estadounidense de renombre
internacional Pat Metheny.
Luego, en 2005 vino Secret, su primer trabajo discográfico
plenamente en inglés. Este albúm de influencia jazz-bossa
incluye canciones de sus anteriores discos traducidas al
inglés y covers de temas reconocidos a nivel internacional.
De hecho, su primer single es Don’t Speak, una versión de la
conocida canción de la banda californiana No Doubt.
Con este disco, menos experimental y más pop que los
anteriores, Jopek intenta darse a conocer plenamente en el
mercado occidental. Gracias a esta producción la cantante
polaca ha recibido invitaciones a participar en diversos
festivales, principalmente en España; y ahora le ha llegado
de pasear su talento por las tablas de Ceuta, a donde
llegará tras editar su nuevo disco, Id, que está punto de
alcanzar las 50.000 copias vendidas en Polonia.
Para hablar de Charlie Hunter Trio, otro de los puntales del
festival ceutí de jazz, primero hay que hablar del
instrumento del líder de la banda, una guitarra de ocho
cuerdas.
Charlie Hunter es uno de los máximos exponentes de este
peculiar instrumento con el que obtiene un fresco jazz
fusión de blues, funk y música latina.
Además de poseer trabajos como solista, Charlie Hunter ha
entablado relaciones con diversos conocidos artistas con los
que ha colaborado: Norah Jones o el genial bajista Les
Claypool (Primus), lo que dice mucho de la versatilidad de
Charlie.
Su primer trabajo, The Charlie Hunter Trio, fue producido
por Les Claypool y contó con la participación de Dave Ellis
en el saxo tenor y Jay Lane en la batería.
Místico, su nuevo disco, es música que colinda en dos
fronteras: rock y jazz. En un momento se le llamó jazz
fusión y llegó con fecha de caducidad. Hunter toma otros
cauces alternativos, transitando más en la parcelas del
rock. Místico resume la visión de un trío, expandiendo
sonoridades que a veces parecen improbables.
Por último, Third World Love trata de escapar también a
cualquier cliché como banda: en ella se puede encontrar
ritmos de jazz, música africana, caribeña, ritmos latinos,
del norte de África.
Third World Love se compone del virtuoso trompetista Avishai
E. Cohen, el genial pianista Jonatan Avishai, el
extravagante bajista Omer Avital y el batería neoyorkino
Daniel Freedman, un fantástico ejemplo de una música fresca
y arriesgada.
Al igual que la última docena de años, la Asociación
Cultural La Coctelera acudirá a la cita con el jazz
internacional más arriesgado las noches de los días 15, 16 y
17 de noviembre –jueves, viernes y sábado– en el Salón de
actos del Palacio Autonómico a partir de las nueve y media
de la noche.
Las entradas tendrán el precio de 10 euros para cada
actuación, habiendo un abono de 25 euros para el festival
completo. Se hará un descuento del 50 por ciento en el
precio de los tickets con la presentación del Carnet Joven.
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