sociedad - SÁBADO, 3 DE NOVIEMBRE DE 2007

CEUTA
A. Gómez
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En su talega no pueden faltar, aparte de los consabidos bocadillos, “frutas ni frutos secos”, que muchos amplían con los primeros dulces navideños que anuncian las próximas fiestas con las que concluirá el año.

Hay quien la vincula a la llegada de Málaga en esos días de este último manjar, en las embarcaciones que se llevaban a los trabajadores de la Almadraba, otros dicen que se debe esta tradición tan asentada a que antiguamente los familiares que tenían que llevar flores a sus difuntos, pasaban el día en el campo debido a que el cementerio se encontraba a mucha distancia del núcleo urbano, incluso hay quien dice que tiene algo que ver con la célebre jornada de la Loma de las Mochilas de la Guerra de África, pero su potenciación se debe a los grupos de Exploradores que hicieron de ella una fiesta en los albores del siglo XX.
 

A pesar del lugar de celebración, el ambiente no decepcionó a los ceutíes-melillenses

La buena música, sirvió para amenizar el día con rumbitas, sevillanas, y música actual. Durante la tarde se realizaron juegos de mesas y también el tradicional bingo familiar. Tras la comida se instalo una gran mesa con canastas de mimbres repletas de frutos secos propios de otoño y de esta festividad tan peculiar (Castañas, Nueces, pan de higo, avellanas, almendras, pistachos, cacahuete, dátiles, frutas etc) que fue degustado gratuitamente junto a la pinchitada entre el jolgorio y la alegría de los simpatizantes “caballa” que cuenta la casa. También se degustaron unos buñuelos caseros realizados por amigos reposteros de la casa (Luisa y Pepe) aparte del delicioso bizcocho y una buena tarta realizadas por las socias (Rocío y Juani). La Mochila se celebró en la sede.