Ultimamente me ha dado por pensar
cosas raras que pueden ocurrir al menos en mis pensamientos.
Y es que incluso en mis sueños aparecen, todas ellas, como
si fuesen realidad. Ya lo dijo Calderón “los sueños, sueños
son”. No digo que no lleve razón el Calderón ese, pero es
que los sueños, siempre los mismos, me machacan cada noche.
Tratote apartarlos de mis pensamientos y sobre todo de mis
sueños, porque cuando me entra eso, me empiezo a preocupar,
habida cuenta de que cuando me suceden, estas cosas que
terminan apareciendo en mis sueños, en algunas ocasiones se
tornan en realidades.
Recuerdo que hace muchos años, no existía este periódico, en
esos sueños se me aparecían personas con pistolas y tiros
por nuestras calles. Lo escribí y, desgraciadamente, mis
sueños no tardaron en convertirse en realidad.
Por supuesto nunca he creído tener alma de profeta ni de
adivino, a todo ello le llamo intuición. Esa intuición que
aprendes en la mejor escuela del mundo, la calle, y que vale
para defenderte de tus enemigos antes de que estos lleguen a
ejecutar alguna de sus maldades sobre tu persona y que en
ocasiones, gracias a ella, te adelanta a los
acontecimientos.
Ahora en esos pensamientos raros que acuden a mi mente y en
esos sueños constantes sobre las mismas cosas, se me parece
España como un conjunto de varias repúblicas bananeras, con
sus correspondientes bananeros al frente de cada una de
ellas y, sobre todos ellos, el bananero con mando sobre
todos los demás.
Sé que esto es sólo un sueño difícil de que se produzca
porque, en los momentos actuales, vivimos en una democracia
y España es reconocida en Europa como país soberano, sin que
ninguna de las distintas comunidades en las que se divide
España sería aceptada, por la Comunidad Europea como nación
independiente de nuestro país.
Algunos estados pueden que acepten, en competiciones
deportivas, a ciertas Comunidades que pueden tener su propia
selección. De hecho han aceptado a la selección de bolos de
Cataluña para enfrentarse a no sé qué selección de un país.
La verdad, justo es reconocerlo, es una competición
deportiva de altísimo nivel. Para que se den cuenta de la
gran importancia que tiene esta competición, entre todos los
países del mundo mundial, basta con saber que hace seis
meses se han vendido las cinco entradas que se han puesto a
la venta para presenciar tan importante competición
deportiva.
La cosa se ha liado y ya veremos cómo se soluciona, porque
un gran aficionado a este acontecimiento sin par, se ha
quedado sin la entrada y se ha dirigido a las más altas
instancias de este deporte denunciando el asunto.
Ante todo ello, se piensa ampliar en una butaca más el aforo
del recinto, siempre y cuando su instalación no vaya a
producir ningún socavón que perjudique a los habitantes de
la ciudad donde se va a celebrar semejante evento. De todas
formas mis sueños siguen insistiendo en repúblicas
bananeras. ¿Por qué?
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