No es por nada pero sigo creyendo que me encuentro en un
país extraño, ni español ni marroquí, por cuanto las cosas
passan de muy peculiar manera que no encuentro en ninguna
otra Comunidad autónoma.
No me entienden?, ni yo tampoco me entiendo porque estoy
hecho, simplemente, un lío porque si hoy es eso mañana es lo
otro. Menos mal que voy observando que los cambios, pocos,
van llegando al “reino de los taifas”, léase cosa de la
función pública. Aunque sigue siendo el municipio que más
tasas cobran a sus ciudadanos, casi el único, también es
único porque cobran la compulsa de documentos fotocopiados
que se han de entregar en cualquier gestión. O sea que éste
municipio cobra al ciudadano hasta por levantarse, el
funcionario, de la silla. Ahora sí lo anotan… se acabaron
los café con leche extras.
Otra peculiar manera de ser de algunos habitantes de mi
ciudad natal, que en mis tiempos no se daban, es encontrarse
al día siguiente con unas caras más largas que los capirotes
de penitentes en quienes consideraba, yo personalmente, unos
caballeros. Ni buenos dias responden al tradicional saludo.
Esa postura habla muy a las claras de qué clase de personas
son… que no me afectan en nada y los churros, que me tomé
momentos antes, siguen su camino de digestión sin cortarla
ni crear socavones. Allá esas personas con sus problemas.
Sobre temas de actualidad poco tengo que comentar, ya se
encargan mis compañeros en ponerlos al día. Pero el
gusanillo de la crítica sigue bailando la danza del vientre
y hace mover los dedos sobre el teclado y sacan a relucir,
en confabulación, temas que me tocan sensiblemente.
Lo de la Manzana de Eva, perdón del Revellín, ya se veía
venir y para limar errores dan excusas sobre patentes de
corso. ¿Qué se veía venir? Entonces, porqué no dieron marcha
atrás y desistieron en el empeño. Se podría haber ahorrado
un montón de euros que, como siempre, abona el ciudadano a
base de tasas y otras lindezas por el estilo. Luego a
presentar la factura para cubrir el expediente de los
Presupuestos Generales ¿no?
Las cantidades que mencionan nuestras autoridades, cuando se
habla de financiar tal o cual cosa, no son tan sinceras
cuando expresan lo que corresponde a cada organismo. De cara
a la galería puede parecer que nuestro municipio sea el más
rico de España, a juzgar por las enormes cantidades de
dinero que dicen aportar, pero puertas de casa para dentro…
¿donde están los grifos económicos? Que yo sepa, Ceuta no
tiene industrias tan potentes como para financiar un simple
adoquín a través de los impuestos directos ni indirectos. Ya
veo que tendré que estudiar un poco más el sistema que
tienen aquí para generar, supuestamente, tanta riqueza
institucional. Tal vez lo exporte a Catalunya.
Alegría del huerto, eso es lo que la soldado destinada en
Ceuta aporta a la monotonía de la ciudad. Sus esplendorosas
poses en la revista del grupo Zeta (¡ojo!, no es de la Z de
Zapatero) bien pueden servir para distraer al enemigo –que
quede claro que entiendo por enemigo a ese que ataca nuestro
país, no esos pobres invadidos de cualquier parte del mundo
que atacamos por cojones- y hace pensar si no es una soldado
muy atrevida en el frente… como salga desnuda, dejaría a más
de un enemigo con la mano en otra clase de arma. Supongo que
no será sancionada, porque las poses que realizó fueron a
título personal. Qué oportunidad ha perdido el ejército
español de utilizar esa clase de publicidad para engrosas
sus filas…
Mala noticia es saber que nosotros somos los que menos
esperanza de vida tenemos en el país. Yo que esperaba una
longeva estancia en la Plaza de los Reyes… tengo que meditar
si sigo aquí a partir de los 70. Tal vez me vaya a Cantabria
donde la esperanza de vida se cifra en 84 años. ¡Catorce
años son catorce años! ¿no? Lo haría si alguien me asegura
que no chochearía entonces.
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