El pasado sábado 28 de octubre una
estirada y nutrida delegación de la Junta de Andalucía,
encabezada por el Consejero de Presidencia y “mandamás” de
la misma (aun cuando el figurante sea Manuel Chaves), Gaspar
Zarrías, aterrizaba en un avión alquilado para la ocasión en
el aeropuerto tetuaní de Sania R´mel: junto a Zarrías, sus
jefas de Protocolo y Prensa (Mª Rodríguez y Ana Galeón), los
directores generales de Tecnología y de la Agencia Andaluza
de Cooperación (Leonardo Chaves y Joaquín Rivas), además del
intérprete y el escolta (los dos españoles) cuyos nombres no
vienen al caso. Procedían del aeropuerto “Ibn Batuta” de
Tánger, localidad donde habían puesto en las manos de un
oscuro personaje, el ex alcalde de la ciudad Abdelhak Bakhat,
la friolera de 196.832 euros, cifra inicial (para ir
“haciendo diente”, supongo) con la que editar y distribuir
próximamente 10.000 ejemplares gratuitos de un nuevo
semanario, “El Periódico de Tánger”, versión castellanizada
de la publicación francófona homónima. El nuevo “hombre de
confianza” de la Junta de Andalucía es uno de los
aproximadamente 30 políticos marroquíes de la región
Tánger-Tetuán con sospechosas relaciones, puestos en una
“lista negra” por las autoridades marroquíes y con la
prohibición de participar en la vida pública por
instrucciones directas de la Casa Real. De hecho, el “Wali”
de Tánger ni asistió ni delegó su asistencia al “Instituto
Cervantes” de la hermosa ciudad del Estrecho, donde la Junta
de Andalucía presentó el proyecto “Calle del Agua”, novedoso
programa con sus luces y sombras del que en su momento nos
ocuparemos que incluye un “Taller de periodistas” y una
emisora de radio, en el que colaborarán la Asociación de la
Prensa de Cádiz y el Club Mediterráneo.
Todo muy pintoresco y generoso; yo no sé las necesidades
sociales y de equipamientos que aun tenga Andalucía, ni lo
que pensarán los andaluces según se vayan enterando de tanto
vuelo y boato, pero solo en el marco del Programa de
Desarrollo Transfronterizo (PDT) del Norte de Marruecos,
entre el 2003 y el 2006 la Junta de Andalucía ha invertido
36 millones de euros en 200 proyectos, algunos de indudable
proyección social y otros, cuando menos, exóticos, siempre
con la mira según informa oficialmente la Junta de
“estrechar relaciones entre ambos países”. Ya… Luego
hablamos de Carod o Ibarretxe.
Ya en Tetuán, la comitiva de Gaspar Zarrías (siempre
recibida con tratamiento de Estado; ¿acaso es una “embajada”
encubierta?) se dirigió al cercano Martil (el entrañable Río
Martín), donde en presencia del cuestionado alcalde de la
localidad y desde septiembre diputado “SAP” (Sin Adscripción
Política), Mohamed Achboun, procedió a la inauguración de un
flamante “polideportivo” denominado “Andalucía”, que le ha
costado a la Junta 721.214 euros. En el acto oficial, al que
asistió desde Rabat el embajador, Luís Planas, las banderas
del Reino de Marruecos… y de Andalucía, pero con la
significativa y ya tradicional ausencia de la bandera de
España, que tampoco luce en otros proyectos financiados como
el “Centro Cultural Al-Andalus” de la localidad. ¡Qué
vergüenza!. Mañana les explicaré por qué.
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