La memoria del Consejo Económico y
Social de Ceuta ya ha sido publicada y en ella se constatan
realidades interesantes para analizar de cara a mejorar el
futuro socioeconómico de la ciudad.
En relación a la juventud ceutí, un aspecto a conservar,
preservar y mantener, el CES ya da pistas sobre políticas
que podrían llevarse a cabo en aras a mejorar las salidas de
nuestros jóvenes para evitar fundamentalmente el desarraigo.
De igual forma, el Consejo Económico y Social solicita que
no se desdeñe tan fácilmente a la industria mejillonera
especialmente teniendo en cuenta que el sector primario
actual es meramente testimonial. La recomendación viene
respaldada por la labor que pueda desempeñar la mano de obra
que arrastraría esta industria. Una mano de obra no
cualificada [de la que abunda en Ceuta] y que de la que
podrían favorecerse sectores claramente desfavorecidos. Sin
añadir, claro está, la productividad que se pudiera generar.
Pero el repaso y las recomendaciones al Gobierno de la
Ciudad y a las instituciones públicas abarcan un amplio
espectro de sectores directamente involucrados en el
desarrollo de Ceuta. Su puerto, donde se proyecta una
recomendación directa al puerto deportivo y a los servicios
de avituallamiento, junto con la Hacienda local y estatal en
la búsqueda de fórmulas adecuadas para obtener instrumentos
fiscales que ayuden al progreso y desarrollo económico de
Ceuta, junto con la Educación, Sanidad o la Vivienda entre
otros, son aspectos en los que la memoria del CES incide
especialmente.
El Consejo Económico y Social mete también el dedo en la
llaga cuando vuelve a solicitar que Ceuta cuente con un
estudio estadístico propio para un mejor conocimiento de la
realidad social y económica de la ciudad que coadyuven a
diseñar políticas definidas a las inquietudes y dinamismo,
más o menos evidente, para Ceuta.
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