Mustapha Ben Lahmar expone hasta el 30 de noviembre la obra
Reminiscencias en el Museo de Revellín. El autor marroquí,
en un recorrido por sus “sueños y recuerdos”, enseña su
experiencia a través de la técnica del impresionismo y la
acuarela. El pintor se compromete a dibujar y mostrar su
técnica delante de los intersados durante las tardes.
Mustapha Ben Lahmar necesita “cuánto, ¿ocho, nueve minutos”
para pintar una acuarela? “El artesano necesita tiempo, pero
el artista, no; sólo un instante mágico”, filosofó el pintor
de acuarelas marroquí.
El Museo de Revellín acoge desde el pasado día 19 de octubre
la exposición Reminiscencias, del artista de Tetuán. Ayer
recibió la visita de la consejera de Cultura, Mabel Deu,
alrededor de las seis de la tarde. Ante los presentes, Ben
Lahmar trazo un cuadro en apenas ocho minutos, una
reminiscencia, una diapositiva latente del pasado. “Más que
un paisaje concreto, busco una reminiscencia, mediante el
recuerdo de vivencias, momentos vividos, lugares visitados”,
explicó el artista. Se basa en “la mar”, afirmó con
prontitud, “en el Mediterráneo sobre todo”.
El autor espera la visita de los ceutíes al museo. Él mismo
se compromete a pintar una acuarela para aquel que quiera
compartir el arte de creación junto al pintor en cualquier
tarde. Destaca en Ben Lahmar la utilización de una tarjeta
-de crédito, de un supermercado- para delinear figuras y
otorgar textura al lienzo. Hasta el 30 de noviembre,
cualquiera puede visitar al autor en Revellín. “Retratar el
paisaje que hay frente a mí me resulta como fotografiar para
una postal; prefiero soñar mis paisajes. Cuando estoy de
viaje suelo llenarme de instantes, de cosas nuevas con lo
que sacar mis impresiones”.
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