La venta de puestos ambulantes de flores en las
inmediaciones del cementerio es una constante en estas
fechas desde antaño. Sin embargo, el estacionamiento de los
vehículos de las obras, que se acometen en los alrededores
del camposanto, está dificultando las labores de los
floristas.
Este es el caso de Juan Martín Miguel, propietario de uno de
los viveros de la ciudad, quien, a pesar de tener toda la
documentación en regla, se ha visto en la obligación de
poner un container con las plantas fuera de su zona acotada,
dado que los vehículos se encuentran estacionados dentro de
su espacio. Esta situación está perjudicando al florista, ya
que el contenedor está situado en el lugar destinado a la
competencia y autoridades de la Ciudad le han llamado al
orden.
Por su parte, Martín Miguel considera que la ordenación del
espacio se debía haber llevado a cabo el viernes, “así que
no me atosiguen”.
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