Como toda presentación de un
partido que nace nuevo y que nace despedazándose de otro ya
existente que conserva la mayor parte de la clientela a su
lado, hay que acogerla con respeto, pero con cierta cautela.
Este nuevo partido que, con seguridad, va a concurrir a las
próximas elecciones generales, tan sólo tiene el aval de
Rosa Díez y Fernando Savater, dos personas respetables, pero
sin el “tirón” que necesita un partido de nueva creación
para hacerse fuerte.
UPyD se presenta buscando esos votos que están un poco
descabalgados entre el centro y los manos acérrimos del PP y
del PSOE, un terreno que en su momento intentó controlar el
CDS de Adolfo Suárez y que, a pesar de ser el verdadero
líder de la transición, no logró unas cuota muy señeras.
Hay algo que sí puede agradar a muchos, que los hay, poco
contentos con el PP y tampoco acordes con el PSOE, al
presentarse como un partido “inequívocamente nacional,
español”, “transversal y regenerador”.
Por algo se empieza y la primera marca no va a desagradar a
un amplio sector de la población española, lo que ocurre es
que “la bolsa” de posibles clientes es tan pequeña que
dudamos, inicialmente, que el éxito sea notable, al menos en
las próximas elecciones.
Tras la presentación en Ceuta, con varias docenas de
simpatizantes, ahora viene el momento de “buscar clientela”
y ya veremos con qué propuestas.
Ceuta, de aquí hablamos, tiene en el PP, ahora mismo, un
grupo que no se resquebraja, al menos momentáneamente, y
durante varios años será el grupo que domine la política de
la ciudad.
El PSOE, lo tengo que repetir, no tardará en presentar una
imagen nueva, mejor que la que hoy tiene y mejor que la que
ha tenido durante varios años. Tendrá su sitio, no podía ser
menos, de momento limitado, es cierto, pero el suyo.
El grupo de Mohamed Alí, si no se descabalga desde dentro,
que todo puede pasar, está en condiciones de subir algo, yo
diría que bastante, en las siguientes municipales, con lo
que el resto, que es muy poquito les quedaría para IU,
prácticamente nada, para el PSPC, lo mismo que siempre,
prácticamente nada, y por tanto hay por ahí unos cuantos
votos, que están en el “terreno de nadie” y que bien podrían
recalar en este nuevo partido.
Ahora mismo, cuando el PSOE trata de salvar aquí ese socavón
en el que lo han metido, lo peor que le podía pasar es que
un primo hermano aparezca para repartir con él la herencia.
Ya sabemos que no hay peor cuña que la de la misma madera, y
algo así va a suceder con estos dos partidos, aunque la
prueba de Rosa Díez puede quedar en tan sólo eso, en una
prueba.
Lo verdaderamente cierto es que Rosa Díez, que nunca estuvo
en la cuerda de Zapatero, ha decidido salirse del PSOE de
siempre, para comenzar una aventura por su cuenta. Una
aventura más dentro de la política de este país, ya veremos
en qué termina.
Por lo que respecta Ceuta, si fueran elecciones autonómicas,
se vería lo que puede lograr un día, porque en las
generales, tal como están las cosa, casi nada, puesto que
ese diputado que sale de aquí ya tiene la etiqueta del PP y
los senadores, salvo que se cambien mucho las cosas serían
del mismo partido. A pesar de todo, es bueno que haya más
opciones.
|