Como se venía anunciando a lo largo de la semana Diego
Quintero decidió emplear ante el Cartagena el doble pivote,
en lugar del rombo en el centro del campo que hasta el
momento había sido el sistema más productivo en casa. Pero
en los primeros cuarentaicinco minutos se pudo apreciar que
esa no era la forma.
En el descanso el técnico sevillano dio entrada a Castells
por Santacruz, pasando a jugar con una línea de tres
defensas y conformando un 3-5-2 que tampoco ayudó a
encontrar la llave del encuentro.A medida que fueron pasando
los minutos el entrenador hispalense decidió quitar a
Alberto, dando entrada a Fran Amado. Por lo que el dibujo
pasó a ser un 3-4-3.
Tres fórmulas distintas pero entre las que no se encontró el
rombo que hasta la fecha ha funcionado en el Murube.
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