Mientras quedamos a la expectativa
y consecuente lectura de los resultados de la asamblea de
Fuenlabrada celebrada ayer sábado (sobre la que me permito
adelantar un pronóstico: dudo mucho que Mohamed Hamed Alí
salga como Presidente; le veo, naturalmente, en la Junta
Directiva pero no en cabeza), aprovechemos hoy para dar un
pequeño repaso a la representación de los musulmanes ante el
Estado español, empezando por Ceuta, ciudad querida
naturalmente.
Si por un lado el Presidente de la Ciudad Autónoma, Juan
Vivas Lara, siempre ha estado muy mal asesorado en este
tema, la verdad es que tampoco lo ha tenido fácil dada la
manifiesta falta de representatividad de la comunidad
musulmana: ¿quién la representa?. ¿”Luna Blanca”?; esa es
algo así como una “ONG” con dudosos antecedentes; ¿UCIDCE?....
Del “jai” Laarbi Maateis qué voy ya a decirles, salvo una
cosa: ¿qué ocurrirá con los bienes e intereses de las
asociaciones allí integradas si hay algún problema o se
disuelve el cotarro…? FEERI en la Ciudad Autónoma es Mohamed
Alí y su “Comunidad Islámica de Ceuta”, además de aquellas
entidades que a corto plazo se le puedan juntar, como la de
“Al Bujari”. En cuanto al entramado asociativo en sí,
presenta dos curiosas particularidades: la primera sería la
existencia de asociaciones de tipo unipersonal, en plan
familiar (tres personas bastan para conseguir existencia
legal); la segunda sería la doble militancia: fulano es
secretario en una y tesorero en otra, zitano al revés, etc.
O sea que ojo al número, pues vamos a ver próximamente una
guerra de cifras. Pero sobre todo y dejando el terrorismo
islamista a un lado, deberíamos girar los focos sobre la
gran amenaza latente (para España, en Ceuta y la Península y
para el Reino de Marruecos) representada por una
organización de masas, mesiánica y con estructura
paramilitar, “Justicia y Caridad” (la del anciano jeque
Yasin), que ya ha ensayado pruebas de fuerza en Ceuta
cubriéndose bajo el “paraguas” de una conocida entidad,
además de infiltrar al menos a dos militantes en las
caudalosas aguas del “Tabligh” (con el consentimiento de
Laarbi Maateis). Concluiría con dos detalles: uno de imagen,
la recomendación de Riay Tatary, presidente nacional de
UCIDE, sobre el afeitado de “barbas” (buscando, en vano,
respetabilidad y para intentar dar menos el “cante”); y otro
geográfico, la cercanía de la populosa Castillejos, con ya
más de cien mil habitantes, en la que hay de todo (“Justicia
y Caridad” se hace sentir), además de estar literalmente
“tomada” por los servicios de seguridad marroquíes.
Retomando la reunión de Fuenlabrada del 8 de septiembre,
embrión de la de ayer considerada “ilegal” por el
expresidente Félix Herrero, llamó mi atención la presencia
de la “Yama´a Islámica de Al-Andalus–Liga Morisca”, la vieja
asociación de Antonio (Abderramán Medina Molera)
generosamente financiada en su momento por el marroquí Alí
Kettani, consejero de la familia real saudí, Director de
Instituto de Ciencias de Rabat y fundador y rector en 1995
de la “Universidad Internacional Islámica Averroes” de
Córdoba, muerto en extrañas circunstancias en la capital
andaluza en la primavera de 2001 (oficialmente de un ataque
al corazón) en presencia de su guardaespaldas, Mustafá.
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