Las elecciones generales se
acercan están, como quien dice, a la vuelta de la esquina y
en algunos lugares, sin señalar que está una jartá de feo,
la elección del diputado y los senadores está más cantada
que “macarena”.
Yo me sé de una ciudad Autónoma, donde se presenten quienes
se presenten, por el Partido Popular, salen elegidos
diputado o senadores. O sea que haya muchos o pocos donde
elegir, para los mencionados cargos, tienen el triunfo
asegurado.
Así que tampoco los mandas del partido, tienen mucho
esfuerzo que realizar para buscar los mejores para esos
opuestos. Basta con elegir a cualquiera que un día aparezca
por la sede, y preguntarle ¿Tú quieres ir de diputado o de
senador?. Y dependiendo de la contestación que dé tienen al
candidato.
Por eso, como lo saben los mandas, no hacen mucho esfuerzo a
la hora de elegirlos y para evitarse el calentamiento de
cabeza, deciden que sigan los mismos. Total, de todas
formas, van a ganar. Bueno eso de ganar, al menos, ha pasado
hasta ahora. Naturalmente que el hombre propone, Dios
dispone y los votos todo lo descomponen.
Por pura lógica, volverá a pasar lo de siempre y ganarán los
de siempre, al menos en esta tierra nuestra. Además, este
año de gracia, cuentan con que el PSOE ceutí está más roto
que la cama de un loco y eso no lo arregla ni la Z de
Zapatero, ni el primo de Rajoy, ese que sabe más que nadie
del cambio climático.
El candidato a diputado por Ceuta, que presentará el partido
Popular, será el mismo que ha venido siendo desde hace no sé
cuantos años. Hombre, conocimientos debe tener del asunto,
aunque nada más sea por la cantidad de tiempo que viene
ejerciendo el cargo. Total que cuatro años más a disfrutar
del cargo y si las cosas siguen como van, donde nadie lo va
a sustituir, pues a jubilarse siendo diputado. Lo que se
quiera o no, es un peazo de carrera de aquí te quiero ver,
serrana del alma.
Además, las cosas claras, según lo visto el Partido Popular
tampoco tiene mucho donde elegir. Tanto es así, que ocupando
cargos se encuentran personas de diferentes ideas, algunas
muy alejadas de las ideas de los populares, a las que le han
dado cargos ganando una pasta gansa. ¡Señor, señor!.
Ya lo dijo el Señor con la parábola del hijo prodigo. Y
algunos populares, hay que reconocerlo, son muy creyentes y
hombres de Dios que se han lanzado, como sacrificados
misioneros a la conversión de algunos personajes y
personajillos, atrayéndolos hacia el buen camino, a la casa
del “padre”, donde recibirán toda clase de puestos bien
renumerados. ¡Alabado sea el Señor!. Y es que, no hay mejor
manera de convencer a quienes abandonaron el camino
correcto, que dándole un buen puesto ganando una pasta
gansa. Oremos hermanos para que el “padre” siga atrayendo,
aunque sea dándole un buen puesto y un buen sueldo, más bien
sueldazo, a todas las ovejas descarriadas y enemigas de los
peperos, dispuestas a vender su dignidad por un asqueroso
plato de lentejas. Oremos hermanos.
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