Es difícil encontrar en el PSOE
alguien a quien se le pueda calificar como“un señor”. Si,
cuando digo señor lo hago en el sentido antiguo que se le
daba a esa palabra, hoy tan vulgarizada, cuando sólo
recibían tal denominación aquellos que por las excepcionales
cualidades que los distinguían o por pertenecer a una
familia distinguida o adinerada se lo merecían. Sí, porque
una cosa es haber estudiado una carrera, haber hecho unas
oposiciones o haber sido elevado, sea por cupo feminista o
por haber sabido escalar rampando por la torticera ruta del
enchufismo y, otra muy distinta, es tener clase. Sin
embargo, debo reconocer que una de esas rara avis es un
ciudadano de Barcelona, de sobras conocido en toda España,
con el cual no comparto ni uno sólo de sus planteamientos
políticos, pero al que debo reconocer el señorío, la
valentía y la oportunidad de haber anunciado, en una rueda
de prensa, con toda sencillez, sin aspavientos ni
sentimentalismos, que se retira de la política por padecer
el mal de Alzheimer. Pascual Maragall es hijo de una rancia
familia barcelonesa y nieto del famoso poeta Juan Maragall,
por lo que “de raza le viene al galgo”. Supo aceptar la
traición de Rodríguez Zapatero y el desagradecimiento de
Montilla, a los que había apoyado y de los que no ha
recibido más que desaires; y, a pesar de todo ello, se ha
sabido mantener en un segundo plano.
Dicho lo cual, no me queda más remedio que hacer referencia
a este partido socialista que no deja, día tras día, de
admirarnos con su comportamiento errático y contradictorio,
donde cada uno de sus miembros está empeñado en hacer la
guerra por su parte, sin importarle un comino lo que hagan y
digan los demás socios de su formación política. Si el señor
Fernández Bermejo dice un día que “cuando se den las
condiciones precisas se podrá continuar dialogando con ETA”,
al día siguiente sale la señora Fernández de la Vega
negándolo categóricamente ¡y aquí no pasa nada! Parece lo
más corriente del mundo que entre dos cargos del mismo
Gobierno se produzcan contrastes de opinión de tal magnitud.
Si Chávez promete 700.000 viviendas sale Solbes a decir que
esto es imposible y, al día siguiente, cambia y dice que
puede ser que sí, pero ¿en qué quedamos? Esto parece el
juego de los desvaríos. Otra cosa. Hace más de un año que el
PP presentó su recurso impugnando la legalidad y
constitucionalidad del famoso Estatut catalán. Desde su
presentación se han registrado otros alegatos en contra del
recurso del PP y se han recusado a varios magistrados. El
tumulto mediático ha sido tal que, hubo momentos en que
dudamos del propio TC. Pero ha sido el propio Gobierno
quien, ¡un año después de que se iniciara el procedimiento!,
se ha percatado de que, quizá, dos magistrados son
recusables por unas manifestaciones que hicieron antes de
que se iniciaran los trámites de admisión del recurso. Pero
si, además, coincide con la inhibición de la señora
Presidenta del TC y de uno de los magistrados adictos al
PSOE en el procedimiento que se sigue contra la disposición
que los socialistas hicieron aprobar para prolongar el
mandato de la señora Mª Emilia Casas; la cosa ya empieza a
tener un tufillo desagradable. Si, por añadidura, la
interposición del recurso del abogado del Estado tiene
lugar, precisamente, a los pocos días del 12 de Octubre,
fecha en la que la señora Vicepresidenta se encargó de
sentarle las costuras a la Presidenta del TC, las dudas que
pudiéramos albergar respecto a las intenciones políticas de
la presentación de los recursos, se diluyen por si solas.
Pero, ¿se alarma la ciudadanía? No; ¿se inquietan los medios
afines al Gobierno? No, lo encuentran lógico, como
encontrarían lógico que ilegalizaran al PP y prohibieran la
AVT. Sólo unos pocos, unos que todavía creemos en los
ideales; unos ilusos que piensan en una España unida, nos
preocupamos y elevamos nuestras voces solitarias en medio de
este gran dislate que nos rodea. Ave César, morituri te
salutant.
No se quiere ilegalizar a la ANV, ya saben a Bermejinsky le
parece que no hay suficientes pruebas; pero una asociación
de abogados demócratas (¿Quiénes serán estos tipejos y quién
les habrá dado vela en este entierro?) se han lanzado como
buitres sobre el señor Alcaraz por haber dicho lo que toda
España sabe, que Zapatero negoció con ETA y, no sólo después
de que el Parlamento ( en mala hora) le diera permiso para
hacerlo, sino que desde muchos años antes, desde que el PP
aún estaba en el gobierno. ¡A qué no se atreven a meterse
con Batasuna! O contra Conde Pumpido por no haber encausado
a Otegui en su momento; porque sí lo hicieron cuando les
convino. Es mucho más fácil y más remunerable meterse con el
débil, con la víctima que con los agresores ¡Claro son
demócratas! Y todo lo que les huela a derechas para ellos en
como para los mastines oler conejo, presa a la vista. Hay
que ir eliminando los obstáculos para que este Gobierno
socialista pueda reeditar una nueva victoria que le permita
acabarde implantar la dictadura de la izquierda, el
totalitarismo made in Cuba, o en Venezuela o en Bolivia o en
el Ecuador del señor Correa. Che Guevara una gran héroe, un
mártir de la revolución; Fidel Castro un paladín de la
libertad. ¿Qué asesinaron a mansalva y torturaron? Futesas;
¿Qué han encarcelado a millares de opositores? Naderías.
Todo por la revolución proletaria. Y aquí, en España unos
viven en Babia, los otros, los eternos optimistas sólo ven
una nube de verano; los que atesoran rencores esperando la
revancha y los que viven al día ¿por qué preocuparse por el
mañana?
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