Jesús Ramírez, director de la Escuela de Enfermería de
Ceuta, cerraba ayer en Granada lo que puede ser el final de
la espera para la integración definitiva del centro privado
de la Cruz Roja con la Universidad pública de Granada.
Probablemente, en esta semana se hayan dado más pasos hacia
el objetivo común que en casi 20 años. “Las gestiones han
sido más fructíferas de lo que esperaba”, declaró Ramírez a
este medio en la tarde de ayer.
Durante la mañana, el director de la Escuela ceutí se reunió
con Gabriel Cardenete, vicerrector de Ordenación Académica
de la Universidad de Granada (UGR). Según Ramírez, “he visto
una predisposición por parte de la UGR muy positiva”. Y es
que parece que todo el embrollo se va a solucionar antes de
diciembre, quizá a mediados del próximo mes. El
vicerrectorado de la UGR ha prometido que este lunes se
enviará un documento al director general de Universidades en
Madrid. En este documento constará toda la base del convenio
que firmarán la Universidad nazarí, la Cruz Roja y el
Ministerio de Educación en la capital. Está previsto que
estas tres partes se reúnan en Madrid a mediados de
noviembre para asentar definitivamente el acuerdo y comenzar
con el proceso de integración que libraría a los alumnos de
tercer curso de Enfermería en Ceuta de pagar las cuotas de
este año. Hay que recordar que, tanto el Gobierno nacional
como el Ejecutivo ceutí destinaron una partida este año para
financiar las cuotas de los estudiantes del último año de
Enfermería. Queda claro que el momento para integrar la
escuela de Ceuta en Granada es “ahora o nunca”, como
manifestaba ayer Jesús Ramírez. “Hemos visto soluciones
asumibles y satifactorias para todas las partes implicadas y
ya hemos elaborado el documento que puede ser la base del
convenio”, añadió el director. “Hablamos de que en noviembre
puede haber un marco de acuerdo”, subrayó.
Según Ramírez, todas las partes se encuentran dispuestas a
firmar el convenio, ahora más que nunca. La principal traba
del problema ha sido el ingente campo burocrático que suele
asisitir en procesos tan complejos. “El inconveniente radica
en las figuras legales que tiene que soportar el proceso de
integración”, recordó Ramírez. Los mayores impedimentos han
radicado siempre en la unión de una entidad pública, como la
UGR, con una privada, como la Cruz Roja. Y, por otro lado,
el hecho de valorar qué modelo de integración es el más
conveniente.Por lo tanto, este lunes, Ramírez tiene previsto
expresar al alumnado, profesores y personal de la Escuela de
Enfermería los adelantos conquistados en Granada. Si nada se
desvía de su camino, estas pueden ser unas buenas Navidades.
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