Me alegra, cada vez que un joven
al que conozco y que se distingue por algo, que salga a
escena a mostrar sus cualidades.
Así sucede con el joven Tomás Lobato, que ha vuelto a
demostrar que es un verdadero pianista y que alcanzará
cotas, todavía, inimaginables.
Conocí a este joven, en su propia casa, no en balde su padre
ha sido compañero mío de profesión en el mismo centro, aquí
en Ceuta, en el que yo estaba y estoy, y ya entonces, hace
diez años, vi que tenía una garra y un talento poco comunes
para su edad.
El tiempo nos ha dado la razón y en estos momentos es un
verdadero profesional, que sobresale a gran altura.
Llevaba ya varios años sin actuar en Ceuta y por eso el
concierto de Caja Madrid era muy esperado, y muy del gusto
de los buenos aficionados a la música, porque en casos como
este los buenos seguidores de la música no van a ver qué es
lo que pasa, van a ver al artista, y además convencidos, de
antemano, que verán y oirán algo nuevo y algo de verdadera
calidad, por lo que tras su actuación nadie sale
decepcionado, más bien todo lo contrario.
Tengo que repetirlo, de aquí nadie sale defraudado, porque
en casos como este el que ha actuado sabe lo que hace,
conoce su terreno, con lo que los asistentes pueden degustar
algo que en contadas ocasiones se da aquí o en ciudades de
muchos más habitantes que Ceuta.
Además, Tomás Lobato no ha ido por lo fácil, no actúa para
la galería barata, proporciona aquello que deja un buen
sabor de boca, un buen gusto al paladar de aquellos que
saben degustar lo bueno, la CALIDAD con mayúsculas, y como
no podía ser menos, calidad hay en Beethoven y en
Rachmaninov, que conforman la primera parte del concierto.
Pero como además de demostrar la calidad hay que agradar,
cuanto más mejor, a todos, en la segunda parte se adentra en
música más contemporánea, con Debussy y Liszt... .
Una tarde de auténtica fiesta, un concierto de lujo y todo
ello, no lo podemos olvidar, dado por un ceutí, que aquí ha
jugado, aquí ha estudiado, aquí comenzó a formarse, aquí
vive su familia, aunque sean de otra parte de la geografía
española, pero aquí se sienten como cualquier ceutí más,
porque sienten esta tierra como propia suya.
Ahora que, ya en los centros, la música ocupa un lugar
importante el encontrarte con un joven que en su tarjeta se
autodenomina, porque así es, “LICENCIADO EN MÚSICA EN LA
ESPECIALIDAD DE PIANO”, da pie a que otros muchos de estas
jóvenes generaciones, en las que las inquietudes son
equívocas, puedan seguir la línea trazada por este joven,
Tomás Lobato.
Buen gusto, muy buenas maneras, afición, devoción y sobre
todo ilusión, unida a esa garra que sólo muestran los
verdaderos genios, y este lo es cuando se pone al piano.
Además ahora se ha puesto al piano aquí en Ceuta, ha vuelto
para estar ante sus paisanos, para que todos, sus amigos,
sus conocidos y aquellos que sin ser amigos, ni siquiera
conocidos, pero que son amantes de la buena música, puedan
disfrutar con su concierto.
Esa buena música, esos progresos, grandes progresos en su
carrera los trae Tomás Lobato a Ceuta en este comienzo del
curso, que bien podía servir de lección magistral en esa
materia que se está imponiendo cada vez más. Felicidades de
verdad.
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