Bien sé “jais”, colegas, amigos,
ceutíes todos, que el titular ha salido larguillo, ¿pero a
que el jodío cumple su función?. ¡Ya te digo Marcelino!,
todo sea escrito con el debido respeto al santo patrón del
morabo, en cuyo cementerio hay algunos avispados que parece
llevan tiempo sacándose un buen “flus”. Los números se los
dejo a la consejera de Sanidad, Adela Nieto, que si mi
olfato no me engaña estaría tomando ya cartas en el asunto.
Pero digo: ¿quién o quiénes se embolsan, subrepticiamente,
esos jugosos emolumentos… y para qué?. Supongo que los
sepultureros oficiales del cementerio musulmán, Aselimo
(guarda-enterrador desde los 80, después de aquella
afortunada oposición en la que tan bien le cuadró haber sido
jugador de fútbol-sala) y el “agregado”, Mateis, tendrían
mucho que contar. Sobre todo éste último, tan honrado, tan
beatífico siempre con su blanca chilaba y su carterona,
paseando a lo “ta´bbata xarrán” por toda Ceuta; como de pico
y pala “tiran” los pringaos el honorable Mateis tiene tiempo
para cambiar impresiones políticas, con sus habituales
buenos modales, de despacho en despacho. Ah “jai”, “chof”,
¿acaso estoy mintiendo? Y por cierto “paisa”, ¿son ingresos
declarables o van como el gasto del alquiler del local
social de la UCIDCE que, oportuna y mensualmente, le pasas a
un mosqueado Tatary?. Supongo que la honrada comunidad
musulmana de Ceuta estará muy interesada en aclarar todas
esas trafulladas, ¡utilizando encima a los muertos!. Ya sé
que son 110 euros por entierro y, para los que tras
enjugarse las lágrimas (“De Dios venimos y a Dios volvemos”)
solicitan un recibo, la funeraria “Curado” facilita uno por
40 euros y podría haber otro de 30 por las losas, ya sabes “jai”.
¡Pero aun faltan por justificar otros 40!. ¡Qué “chuma”,
Larbi!. Claro que ahora comprendo tanta religiosa
“excursión”: a Bruselas, Australia, Canadá, Venezuela,
Paquistán… Lo que estáis haciendo con unos fondos
irregularmente obtenidos, pillines, es hacerle la
competencia desleal a las agencias de viaje ceutíes. ¿Qué me
dices? (y ni se te ocurra ponerte agresivo o radical
conmigo): ¿que hay facturas para el resto y quien lleva las
cuentas es otro conocido líder musulmán de Ceuta, Hachmí
Hambrani…?. No entiendo nada y en unas líneas voy a explicar
por qué: aunque tú, Larbi Mateis, eres un radical peligroso,
te camuflas para no dar el cante bajo los honrosos colores
de la bandera española, no eres el único, pero eso ya no
cuela, ¿sabes?; dos: “sidi” Hambrani, para entendernos, es
de los contados ceutíes que corre presto, cada verano, a la
vecina Tetuán para, bajo los no menos honrosos colores de la
bandera marroquí, inclinar la testuz y rendir la debida
pleitesía al joven soberano alauí, Mohamed VI. ¿Qué extraña
alianza antinatura os traéis los dos entre las manos?;
¿acaso jugáis a tres bandas, cada uno a la suya y luego
junticos, como “hermanicos”… a otra? ¿Y cual es la condición
laboral de la cuadrilla de enterradores que os hacen el
trabajo sucio?; ¿y la “papela”?. ¿Acaso son trabajadores
transfronterizos?. ¿Qué dirá la Directora de Extranjería,
Salvadora Mateos… ¡Qué farfullas!: ¿que algunos tienen el
decoroso título de “imames”?; ¡y los utilizáis en versión
caminera de “Dragados y Construcciones! Acabemos: vais
listos de papeles, simbólicamente “enterrados” religiosa y
políticamente hablando. “Safi baraka”.
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