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La denuncia del parlamentario
ceutí, Francisco Antonio González sobre la falta de
previsión económica en las inversiones estatales para el
proyecto de construcción de la Base Única de Ceuta, en la
que quedaría reagrupada la guarnición ceutí, deja al
descubierto ciertas incoherencias poco entendibles, aunque
todavía con margen para la subsanación.
No es muy coherente pues [si al final en los Presupuestos
Generales del Estado no figura ningún gasto para este punto]
que la Administración General del Estado, a través del
Ministerio de Defensa que, mediante la Comandancia General,
solicite la colaboración de la Ciudad Autónoma para el
realojo en viviendas municipales, en unos casos, y en
pensiones a cuenta del erario de los ceutíes, en otros, a
las familias que han sido ‘lanzadas’ [expulsadas] de las
viviendas ubicadas en los terrenos de esa famosa y
proyectada Base Única.
El Gobierno [pese a los esfuerzos de la Ciudad] no habría
dispuesto ni un sólo euro, en 2008, para la relación de la
continuidad de este macro proyecto de Defensa que
implicaría, de añadido, la posibilidad de desafectar terreno
militar enclavado en distintos lugares de privilegio de la
ciudad que ocupan espacios perfectamente útiles para la
construcción de viviendas de protección que cubrieran las
necesidades de los “más necesitados”, como bien se emplean
los miembros del gobierno central en hacer ver a la
ciudadanía.
Habrá que esperar pues a las modificaciones, si las hubiera,
sobre los PGE y, sobre todo, habrá que estar atentos a las
explicaciones de carácter logístico que se puedan realizar
-como excusa- ante la evidencia del ¿olvido? de este
proyecto de Defensa que es prioritario para la Comandancia
General en su organización operativa.
No contemplar una partida para la continuidad del proyecto
tiene pinta de error, no sabemos si medido, del gobierno
central. Esperamos su respuesta y, sobre todo, su
explicación si 2008, para la Base Única, será un año de
barbecho.
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OPINIÓN / EDITORIAL
