Después de vivir un ascenso con el Lucena a Segunda ´B´, y
sentirse importante lejos de Ceuta, el regreso al ostracismo
de Nayim le hace estar “un poquito descontento”. Aunque “el
equipo está funcionando bien, que es importante, de momento
no he tenido ninguna oportunidad”. Lo cierto es que “si no
te dan esa oportunidad, está claro que no se puede demostrar
si se puede o no se puede”. Lo que, tal como está
funcionando las cosas, llegaría por la baja de algún
compañero, pero “tampoco deseo que sea así”.
Mientras insiste en que solo piensa en seguir trabajando en
su tercera temporada como integrante del primer equipo
caballa, comenta que “ya estoy acostumbrado y no me
sorprende nada”.
Una situación que ya vio venir el pasado verano.
“Totalmente. Conmigo hablaron, me dijeron que contaban, pero
bueno esto es así y no hay otra”, se resigna.
En estos momentos se mentaliza en “aguantar hasta diciembre
y luego ver que es lo que pasa”. Según sus palabras “si esto
sigue así habrá que mirar lo mejor para los dos”. Puesto que
“esto no termina hasta final de año y tendremos que buscar
una salida”.
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