Excusatio non petita acusatio
manifiesta”, ya lo sé, pero entiendo que los amables
lectores merecen alguna explicación sobre la ausencia (salvo
el lunes en que descanso) de esta columna días pasados:
lsupongo que un cúmulo de problemas técnicos (la lluvia
misma, saturación de las líneas, el actual desmadre de
Microsoft…) hicieron que el “servidor” de Tetuán, del que
dependo, no me permitiera la función de “adjuntar”
impidiendo el envío de artículos y, esta vez, era
particularmente oneroso acercarme hasta la sede de “El
Pueblo” columna en mano.
Del pasado fin de semana, que disfruté por cierto de lo
lindo en compañía de mi pequeña familia y algunos buenos
amigos, cenando una jugosa “kefta” en Ben Karrich,
almorzando un sabroso “tayín” de frescas anchoas y rematando
el día con una buena “friega” en el “hamman” al lado de
casa, destacaría dos noticias: por un lado los audaces
movimientos del antiguo valido, El Himma, posicionándose
políticamente con sendas y audaces maniobras: por un lado,
aunando a su alrededor el embrión de un grupo político mixto
tras el que parapetarse para sus futuros pasos; por otro, la
patrimonialización de la importantísima presidencia de la
“Comisión de Asuntos Exteriores, Asuntos islámicos y
Defensa” (curiosa “triada”), en manos durante la anterior
legislatura de la prominente parlamentaria del PJD Zumaya
Benkhaldoun. También destacaría (aunque reservándome, por
prudencia, los comentarios) la visita de El Himma, el
miércoles 17, al tranquilo y elegante barrio rabatí de los
Naranjos, donde se entrevistó en un personalísimo bis a bis
con el secretario general, Saâd El Othmani, en la sede
central del PJD; tanto si el encuentro ya estaba previsto
como si se debió a uno de los arrebatos tan propios de El
Himma (y que alguno, este verano, bien caro le costó además
de haberlo dejado a culo pajarero), la realidad es que
constituye una noticia política de primer orden, pues la
trayectoria de El Himma se ha significado por su fijación y
hostigamiento a los islamistas moderados del PJD.
Por otra parte el tema hoy del día es la visita de Estado
del Presidente de Francia, Nicolás Sarkozy, a Marruecos,
donde aterrizó vía Marrakech levantando una gran expectación
(a nivel popular, se le compara malévolamente con el
“malvado” español Aznar) pues, en la actualidad, las
relaciones franco-marroquíes no pasan los mejores momentos y
en Rabat hay desazón sobre un posible realineamiento
estratégico de “La France”, que estaría tanteando desde el
advenimiento de Sarkozy un papel más equilibrado con el
resto de los países del Magreb, al contrario que España,
pues con “el amigo Sapatero” (transcribo solo el sentir de
por aquí) la política magrebí española se habría inclinado
decididamente por los intereses marroquíes.
Muy curioso todo. Como “el cochecito leré”, el BMW del 11-M…
No me toquen los cataplines. Yo nunca escribo chorradas: el
coche de marras estuvo mucho tiempo “aparcado” en un
desguace frente a El Serrallo y, solo unos días antes de su
“descubrimiento”, fue trasladado desde un segundo sitio a la
cercanía de “Las Caracolas”. ¿Vale?
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