PortadaCorreoForoChatMultimediaServiciosBuscarCeuta



PORTADA DE HOY

Actualidad
Política
Sucesos
Economia
Sociedad
Cultura

Opinión
Archivo
Especiales  

 

 

OPINIÓN - DOMINGO, 21 DE OCTUBRE DE 2007

 
ANÁLISIS

Apuntes de seis días

Por Manuel de la Torre


LUNES. 15


El borrón y cuenta nueva del PSOE de Ceuta aún sigue coleando. Verdad es que la decisión tomada por la Ejecutiva Federal ha sido sonada. Hay opiniones para todos los gustos, pero hoy me ha tocado oír la de dos militantes de los de verdad; o sea, de los que nunca desertaron de la calle de Daoíz y saben, pues tienen la memoria a punto, vida y milagros de cuantos están ahora dándoselas de salvadores del partido. Los dos militantes, veteranos en mil batallas, me cuentan que nunca conocieron a nadie con la capacidad de trabajo de María Antonia Palomo. Y se preguntan dónde estaban los críticos cuando hacía falta arrimar el hombro para poder competir en unas elecciones con alguien como Juan Vivas. ¿Dónde estaba Salvadora Mateos, la popular Ori, tan dada al halago desmedido a favor de la señora Palomo, antes de lo de Jerónimo Nieto; dónde Juan Hernández y Antonio Gil, y, naturalmente, Basilio Fernández... Así está la situación.

Martes. 16

Le doy albricias a Mustafa Mizzian por lo que he leído en este periódico: Emvicesa le va a nombrar máximo responsable de la Oficina de Urbanización del Príncipe Alfonso. El nombramiento será firme en cuanto la citada oficina esté en perfecto estado de revista. Mis felicitaciones son sinceras porque creo que Mizzian se había hecho merecedor al cargo que va a disfrutar en breve. Muchas personas no estarán de acuerdo con mi parecer. Y están en su perfecto derecho. Si bien creo que se lo ha ganado a pulso por haber sido siempre leal al Partido Popular cuando éste necesitó su ayuda en forma de coalición. Me consta que este dirigente del PDSC, pudo forrarse en momentos concretos si le hubiese dado la espalda a los populares y hubiera aceptado las propuestas millonarias del GIL. Semejante decisión, amén de ciertos errores, le causaron enormes disgustos. Disgustos que han afectado a su salud. En menor medida, por supuesto, que a Mohamed Chaib. Ah, no me cabe la menor duda de que su labor en El Príncipe Alfonso será eficaz.

Miércoles. 17.

Ha pasado ya la hora vaga de mediodía cuando coincido con Emilio Carreira en la Cafetería del Hotel Tryp. Pronto pegamos la hebra y nos sentimos a gusto. Porque hablar con Emilio, apartado ahora de la política activa, es un placer. Y es que este hombre cambia, como de la noche al día, cuando se halla ensimismado en su tarea como diputado. Es de los que viven intensamente el cargo y se olvida, en bastantes ocasiones, que un conversador como él no debe someter su charlar a la ley del mínimo esfuerzo. Pierde muchos enteros cuando mide sus palabras, por sistema, y se emplea con respuestas tan secas como escasas de sílabas. Su laconismo, tantas veces practicado, resultaba contraproducente para ganarse la confianza de quienes lo juzgaban más bien por su sequedad. Él lo achaca, y hay que creerlo, a que es de actitud tímida. De cualquier modo, me reitero en lo ya dicho: conversar con él, en estos momentos, es tan interesante cual provechoso.

Jueves. 18


Llega el hijo de un gran amigo a exponer 35 fotografías de motivos taurinos en el magnífico museo de las Murallas Reales. Se llama Fito Carreto y su obra nos permite comprobar que el mundo del toro es mucho más que ver al primer espada en acción. La mirada del fotógrafo portuense se centra, mayormente, en los subalternos y en cuantas personas hacen posible que pueda celebrarse el espectáculo. Acompañándolo, en día tan esperado por él, estuvo la consejera de Educación y Cultura, Mabel Deu. Pregunté a quien correspondía si las exposiciones, en sitio tan espectacular, suelen estar tan desasistidas de público. Y me dijeron que era lo habitual. Máxime si a la misma hora se celebra el arriado de bandera. A mí sólo me cabe decir que pasé un rato extraordinario y que me atendieron de maravilla quienes estaban designados para tal menester. La exposición de Fito Carreto es admirable. Así me lo repitió, una y otra vez, Beatriz Lamenca, que algo debe saber del asunto. No se pierdan Mozos y Espadas, que así se titula la exposición.

Viernes. 19


Semanas atrás, nos referimos al mal ambiente que había en el Partido Popular, debido a que muchos militantes estaban disconformes porque a Pedro Gordillo no se le veía por la sede sita en Teniente Arrabal ni en pintura. Y así se lo hicimos saber al presidente. El cual nos respondió que no entendía las razones de tales quejas. Ya que agosto era un mes inhábil y él se había tomado sus vacaciones correspondientes. Sin embargo, pronto decidieron los dirigentes populares cortar de raíz el enfado de los afiliados, organizando un ciclo de charlas-coloquio. En esta ocasión, es la consejera de Medio Ambiente y portavoz del Gobierno, Yolanda Bel, la encargada de disertar acerca de su cometido en la ciudad. Con estas charlas, por parte de los políticos populares, además de distraer al personal, siempre deseoso de codearse con los barandas de turno, se consigue también que los políticos hagan practicas de oratoria. Que buena falta les hace a la mayoría. Ya que los hay que producen grima en cuanto abren la boca.

Sábado. 20


El viernes llegó Salvador de la Encina, presidente de la Comisión Delegada de la Ejecutiva Federal, y lo primero que hizo es entrevistarse con el presidente y vicepresidente de la Ciudad. Un detalle de buena educación que le sirvió además para pactar con ellos el aplazamiento de la reforma del Estatuto hasta después de las elecciones generales. Pero, a partir de ahora, amén de todas las trabas que le esperan al diputado socialista por parte de los que él califica de renovadores, lo peor será el día que decida reunirse con el secretario general de Comisiones Obreras. Menudo pote va darse el tal Aróstegui con esa reunión. Yo lo veo ya tratando de sacarle provecho a su conversación con De la Encina. Y largando como si fuera él un personaje cuya capacidad de influir en los ciudadanos le valiera al Partido Socialista para salir del atolladero en el cual le han metido irresponsables de toda laya. De la Encina, cuidado con él; con el tal Aróstegui, claro está.
 

Imprimir noticia 

Volver
 

 

Portada | Mapa del web | Redacción | Publicidad | Contacto