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sociedad - DOMINGO, 21 DE OCTUBRE DE 2007


La indigente, en la calle Hadú. CEDIDA.

malestar
 

Una indigente causa “tortura psicológica” en el barrio San josé

Aisha Abdeselam, presidenta de la barriada, denuncia la situación de “terror” en la que viven sus vecinos debido a las acciones violentas y la falta de higiene de esta señora

CEUTA
Luis Parodi

local
@elpueblodeceuta.com

Los ceutíes del barrio de San José continúan indignados por la polémica de los dos indigentes. Aisha Abdeselam, presidenta de la barriada, se lamentaba ayer a este periódico por la situación de los vecinos. “Vivimos una situación de terror”. Dos personas, una señora y un joven llevan cerca de una año pernoctando y residiendo en las inmediaciones del mercado de Hadú. “Con el joven sólo nos preocupa el tema de la limpieza, pero la mujer, aparte de la higiene, tiene problemas psicológicos”.

Consta una denuncia común en los juzgados de la ciudad presentada por parte del antiguo presidente de la barriada, Mohamed Hamido y de la propia Aisha, pero aún no se ha movido ficha por parte de las instituciones; ni siquiera existe una fecha para que el juez falle. ¿Cuál es el principal inconveniente de la indigente? La violencia que utiliza con los vecinos y visitantes del barrio. “El otro día, unos soldados que realizaban actividades físicas por nuestro barrio recibieron un palo de la mujer, y le rompió la muñeca a uno de los dos”. Cerca de la calle Hadú se encuentra el colegio Severo Ochoa, con lo que el tránsito de escolares es contínuo por la zona que ocupa la indigente. Este es un problema añadido, ya que, según la presidenta, “no sabes por dónde te va a salir y uno va aterrorizado por la calle”.

La historia de esta señora resulta peculiar. “Hace un año ocupaba un piso en este barrio, pero lo declararon en ruina y lo derribaron. Estos vecinos fueron destinados al barrio del Príncipe Alfonso”, pero ella no quiso marcharse y se dejó caer a la calle. “Desde hace un año padecemos una tortura psicológica”, declara Aisha. “Tendría que estar en un centro, no en la calle. Siempre anda sucia, rodeada de gatos y con dos palos de fregona. Además, de madrugada chilla y molesta a la vecindad”.

La presidenta indica que es imposible “hablar con ella, a pesar de que la conocemos desde hace años”. La última intervención de las autoridades se produjo hace aproximadamente tres meses, cuando varios agentes municipales se la llevaron a dependencias policiales; sin embargo, la dejaron en libertad a las pocas horas.

“Esta señora -explica Aisha- ha cotizado toda su vida, tiene dinero, pero no lo utiliza y prefiere vivir en estas condiciones”, termina.
 

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