El Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (INGESA) lamentó
también la ausencia de un oncólogo durante un tiempo tan
prolongado, pero se excusó en que “no podemos hacer más de
lo que podemos”.
La razón es la escasez a nivel peninsular de estos
especialista en una materia tan delicada y “pese al
incentivo del plus de residencia que tienen todos los
territorios extrapeninsulares no quieren venir”.
La última vez que hubo un oncólogo en Ceuta fue en la
anterior legislatura, en el año 2003, pero sólo duró unos
meses, ya que estaba continuamente viajando a Sevilla, donde
tenía la familia.
A pesar de todas las dificultades, el INGESA no se resigna y
busca incluso fuera de españa oncólogos dispuestos a residir
en Ceuta, aunque advierte que esto no acabaría con los
traslados a la península de los enfermos, ya que el hospital
ceutí es un centro de carácter comarcal.
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