Hemos entrado en la ruta de los
cruceros y no debe tomarse esto a broma, así lo pienso yo al
menos.
A Ceuta, del otro lado del Estrecho, hace tiempo que dejó de
venir cualquier persona a comprar. Aquello era en otro
tiempo.
Ahora, sin embargo, parece que se ha entrado en la otra
posibilidad, la de hacer pasar, pasear y, posiblemente,
comprar por otro tipo de visitantes, generalmente con
“posibles” y que buscarán, cuando menos, el recuerdo de la
ciudad.
Pero esto, no lo olvidemos, conlleva algo que parece que hoy
tiene olvidado el comercio de nuestra ciudad y ello es que
el comercio tiene que estar activo y con las puertas
abiertas cuando llega la clientela.
En pocas ocasiones ha contado Ceuta con tantos visitantes
que además son de los que, se supone, tienen un alto poder
adquisitivo, con lo que, poco a poco, se está introduciendo
un nuevo tipo de visitantes que, también, se acercan a los
comercios, a cierto tipo de comercios, al menos.
El miércoles, pues, fondearon durante unas horas los
cruceros “ Club Med 2” y “ Hebridian Spirit”. No iban, ni
tenían por qué ir en la misma dirección, pero aquí
estuvieron, y especialmente uno de ellos el “Hebridian
Spirit” de auténtico lujo y con más tripulantes que
pasajeros.
Este hecho, por sí mismo, ya nos indica que económicamente
los pasajeros que llegaron a Ceuta tenían todo tipo de
posibilidades para visitar el comercio de la Ciudad y poder
comprar, si el comercio está abierto y no se encuentran con
una ciudad fantasma.
El comercio aquí, especialmente cuando no es simplemente
familiar, sabemos que está muy apretado desde los convenios
sindicales, y en casos de apertura fuera de lo estrictamente
marcado por esos convenios, los comerciantes dicen que les
va a costar más abrir, aunque vendan, que lo que podrían
ganar.
Están en su derecho los comerciantes de abrir o no. Están en
su derecho los sindicatos en apretar cada vez más y están en
su derecho ciertos empleados en decir, “así no trabajo”. Me
parece bien, pero que nadie olvide que aquí son habas
contadas, y que cada vez que se cierra una empresa, por
pequeña que sea, hay una familia, dos o tres que se quedan
sin nada y que los sindicatos no les van a llevar una nómina
a finales de mes.
Porque no sé quien va a dar trabajo al echar el cierre
algunos comercios, no sólo el sábado por la tarde o el
domingo, sino para siempre. Y que nadie se equivoque. Cuando
uno busca trabajo, hasta encontrarlo acepta lo que sea, pero
cuando lo tiene asegurado y se ve dentro de una empresa lo
primero que conoce son sus derechos que le inculcan “muy
bien” sus mentores sindicales, aunque simultáneamente no hay
una información similar, especialmente llegada de los
sindicatos, en cuanto a los deberes.
Aquí en estas dos relaciones es donde el comercio de Ceuta
está en “pañales” y el ejemplo lo tenemos en dos empresas
que se han instalado recientemente en Ceuta, primero el
Corte Inglés, ahora hace dos semanas o tres Lidl. Ambas
empresas tienen un horario que no cuadra con el resto del
comercio de Ceuta y en una y en la otra empresa hay
trabajadores, bastantes de Ceuta, claro que con esas
empresas parece que los sindicatos no pueden como con una
cualquiera de “Pepe Pérez” de Ceuta, y eso puede ser porque
las perspectivas de tales empresas no van al compás de las
de aquí.
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