Me dijo anoche leré, que si quería
leré, montar en coche leré”. Pues va a ser que no. Que luego
igual quedan huellas, lo mandan a Madrid y acabo embarcado
en el sumario del 11-M. Vaya, vaya y aquí, en Ceuta ciudad
querida, si hay playa. Esto de aperitivo “introito” que
diría algún pedante.
Los acontecimientos de las últimas veinticuatro horas, tras
el feliz parto del nuevo gobierno, me permiten tres
comentarios: primero el brusco aterrizaje, con invitación
incluida a “disfrutar” un tiempo de la oposición, al bloque
“harakí” del MP (Movimiento Popular), bereberes de palacio
que no han sabido -o querido- estar a la altura de lo que se
les pedía; ellos sabrán. En segundo lugar el rebote de
algunos conspicuos socialistas del “bureau” político de la
USFP que, invocando el descontento de la militancia ante el
debacle electoral han exigido la inmediata dimisión de dos
prebostes del partido, el secretario general Mohamed
Elyazghi y su acólito, Abdelouahed Radi; la “fitna” interna
en la principal formación política de la izquierda marroquí
no ha hecho más que empezar, veremos que pasa cuando los
chamuscados militantes de Tánger exijan, en serio,
explicaciones. Finalmente me parece interesante reseñar la
nominación de Mustafá Mansouri para presidir la Cámara de
Representantes en Rabat, con lo que los tecnócratas del RNI
logran situarse a la cabeza de las dos Cámaras del
Parlamento; Mansouri desbancó con 172 votos a su oponente,
Abdellah Baha, antiguo jefe de las filas parlamentarias del
PJD (Partido de la Justicia y el Desarrollo, islamistas
moderados) recientemente sustituido por Ramid y que solo
consiguió 58 papeletas. Los 70 votos restantes fueron
considerados nulos.
Volviendo al cochecito, leré, pues verá el lector. Me
refiero al tristemente famoso BMW blindado de Jamal Ahmidan,
“El Chino”, uno de los presuntos cabecillas de la masacre
terrorista del 11-M, localizado hace días (oficialmente el
sábado 6 de octubre) por efectivos de la Policía Nacional en
Ceuta en las inmediaciones de la mezquita de la barriada de
“Príncipe Felipe”, anexa a las “Caracolas” todo sea dicho
gracias a la comunicación del abogado del ceutí Abdelilah El
Faudal El Akil, implicado en el sumario de la matanza de
Atocha y que lo habría adquirido en enero de 2004. El
vehículo, considerado con gran despliegue mediático como “la
última prueba clave del 11-M” (cochina mentira) y que habría
llegado “oportunamente” (yo no creo en las casualidades)
cuando se está a la espera de la sentencia… aparece tarde y
mal. Sin entrar a comentar el largo tiempo en el que, parece
ser, estuvo el BMW dichoso abandonado por ahí al aire libre
(un huevo de pato), su decomiso y traslado a Madrid no va a
servir para nada, salvo que no sea para intoxicar: todo el
fin de semana estuvo el vehículo aparcado junto a la
Comisaría de Colón, sin precintar ni custodiar… Cualquier
bisoño abogado puede impugnar, de manual, cualquier prueba
que el vehículo pudiera aportar. Y digo yo, sin dar nombres
ni apellidos, ¿por qué el BMW no fue guardado por ejemplo, a
salvo de más “contaminaciones”, en la cochera de la
comisaría de la avenida de San Juan de Dios…?.
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