Me agrada sobremanera hablar con
él. La pena es que lo hacemos de tarde en tarde. Porque casi
nunca coincidimos sin la presencia de terceras personas que
impiden que podamos conversar sin tapujos.
Mi interlocutor sabe de qué va la política en esta tierra.
Se conoce al dedillo la forma de ser de quienes forman parte
de la Asamblea de la Ciudad. Y, desde luego, dice que se le
ofuscan las entendederas cuando algún miembro perteneciente
a ella propala mentiras.
No me digas que a estas alturas las mentiras de los
políticos hacen mella en ti hasta el punto de sacarte de
quicio.
-No. Lo que me desagrada es que los políticos se crean sus
propias patrañas. Y, sobre todo, que alardeen de la
veracidad de lo que dicen delante de mí.
Y, claro, tú te enciendes porque esos políticos creen que le
están hablando al Bobo de Coria.
-Cierto. Y me dan unas ganas locas de ponerlos de vuelta y
media. De cantarles las cuarenta.
Pues tú eras capaz de venderle una mula desdentada a un
tratante de raza gitana. Y a buen precio, eh.
-Reconozco que yo también he mentido mucho por necesidades
del guión; pero nunca se me ha ocurrido darle la tabarra a
ningún compañero, fuera de concurso, con el fin de
convencerlo de que yo no estaba vendiendo pescado podrido.
Pensaba que eso era peor que decirle abiertamente que tenía
oxidada la máquina del entendimiento.
¿Te molesta opinar de Juan Vivas?
-En absoluto. Y mucho menos cuando he llegado a la
conclusión de que es el más inteligente y despierto de la
clase política de esta tierra. Algo que tú, sin duda,
descubriste mucho antes que yo. Así que debieras haberte
ahorrado esa pregunta.
Sin embargo, yo apenas sé por qué Gordillo actúa como
actúa..., en bastantes ocasiones.
-Porque es genuino. Porque es auténtico. Y porque no acaba
de aprender que en el desempeño de la política activa hay
que ser un actor consumado. Él maneja bien la trastienda del
partido. Aunque le cuesta lo indecible limar sus asperezas
en público.
¿Qué te ha parecido su enfrentamiento con el delegado del
Gobierno?
-En principio, te diré que quien hizo posible que los
directores provinciales y otros cargos, dejasen de asistir
al homenaje de la bandera, no debería haber criticado que
los simpatizantes y afiliados del PP acudiesen al acto.
Dame el nombre de un perdedor en la vida política de esta
ciudad que tenga más moral que el Alcoyano.
No seas malo... A propósito: me gustó muchísimo la columna
referente a la quema del Estatuto.
Gracias. A ver si tu elogio me ayuda a conseguir lo que ando
buscando.
¿Quién es el político en Ceuta que cada vez que habla, es un
frasquito de veneno que se derrama?
-Si me buscas me vas a encontrar...
¿Cómo te encuentras?
En estado de relativo sosiego. Pues me cuesta trabajo
adaptarme a mi nueva vida. La lectura me ayuda muchísimo.
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