Durante treinta años he estado trabajando, como técnico en
Estudios y Proyectos, en Transportes Municipales de
Barcelona y he estado relacionado con las múltiples formas
de llevar una obra civil de envergadura, desde estaciones
hasta túneles, y en todas y cada una de esas obras la
utilización del cobre es en enormes cantidades.
El valor del cobre no baja de 30 euros el metro y como
siempre sucede en cuanto existen obras en las que se utiliza
este material, los rateros crecen como las setas en este
tiempo. Las obras del AVE y los cambios en las
infraestructuras de la Red Eléctrica Española están
atrayendo a los ladrones y vándalos en grandes grupos. Sobre
todo de rumanos.
El cobre es fácil de robar y muy rentable. De hecho las
obras del AVE pusieron a la vista de los ladrones miles de
metros y éstos acudieron como aves de rapiña, asentándose
por los alrededores de las obras. Los rateros cobran entre
seis y siete euros por metro de cobre, lo venden en los
desguaces sin el revestimiento de plástico.
Como el cobre se ha convertido en algo muy codiciado,
rentable y fácil de robar, los mandos policiales de los
Mossos d’Esquadra, que cuentan con la implicación de la
Fiscalía de Catalunya y las principales víctimas de los
rateros, han diseñado una ambiciosa estrategia para combatir
esa plaga en que se han convertido los ladrones de metal.
Hasta ahora, y durante diez, meses se han detenido a 410
personas vinculadas con el robo de cobre. Lo malo es que
difícilmente se puede probar que efectivamente lo han
robado, al no ser pillados “in fraganti”, y al cabo de pocos
días son puestos en la calle por el juzgado correspondiente
lo que da alicientes a los rateros para continuar con sus
fechorías.
En Catalunya no ocurre lo que en Madrid, donde los robos de
cobre han dejado a poblaciones enteras sin luz o teléfono y
varias líneas de cercanías de Renfe han interrumpido la
circulación tras un robo de catenarias. Por ello, y en
prevención de alto riesgo de alarma social, los Mossos
d’Esquadra han presentado un nuevo proyecto a los dos
organismos más perjudicados sobre la vigilancia de los
tramos afectados.
Debido a que existen muchos clanes de familias rumanas sin
controlar, una de las novedades presentadas por los Mossos
es la de acusarles de asociación ilícita para delinquir,
aunque no es fácil demostrarla policialmente debido a que
esos clanes trabajan de manera muy desigual. Con ello
tendrán una especie de control sobre esas familias.
Últimamente se han detectado, en las últimas semanas, que
los ladrones empiezan a robar en las subestaciones
eléctricas, el cobre se utiliza como masa para evitar
cortocircuitos, y ello pone en riesgo el trabajo de los
empleados de las compañías eléctricas. Estas han empezado a
contratar personal de seguridad para que vigilen las 24
horas todas las instalaciones y ello repercutirá al final en
los precios, por lo que los clientes verán aumentados sus
recibos.
En mi opinión, bien harían las autoridades acusando a los
compradores de complicidad en los robos. Esta clase de
compradores, sobre todo los de los desguaces, anteponen su
ambición a la legalidad y ello implica que sean tan
culpables como los propios ladrones. Su adjetivo es el de
perista ¿no? Pues duro con ellos.
El robo de cobre no sólo perjudica a las empresas, de donde
se sustrae, sino a todos los españoles por igual que con
nuestros impuestos financiamos parte de esas compras de
material y esas obras, a más de que repercuten en los
precios de manera tan bárbara que perjudica nuestra economía
doméstica.
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