Como ya saben Vds., he vuelto a visitar la Comunidad donde
trabajé muchos años y de donde salí dichoso y prejubilado
hacia mi tierra de nuevo. Mientras espero en capilla mi
próxima entrada a un lugar aséptico, repaso las noticias de
mi tierra de adopción y efectúo una visita a la familia. Con
mis hijos desarrollamos una especie de tertulia sobre
política de la que saco bastantes conclusiones, unas
certeras y otras erróneas.
Pues bien, resulta que ahora anda un poco revuelta la clase
política catalana, por la fiesta a favor de la restitución
documental completa de los papeles que están almacenados en
los archivos de Salamanca y que se celebrará el próximo
domingo día 21 de octubre.
El presidente de la Generalitat de Catalunya, José Montilla,
que es asimismo el máximo dirigente del PSC, partido que
respalda la convocatoria organizada por la plataforma
denominada “Comissió de la Dignitat”, está dudando acerca de
cuántos miembros de su gabinete acudirán al acto
reivindicativo. Ante el temor de que grupos minoritarios
aprovechen el acto para seguir con su baja política de quema
de fotos del Rey, aconsejan al presidente Montilla rebajar
la representación del PSC al rango de diputado. No desea que
los “consellers” del partido se vean envueltos en rifi-rafes
ajenos y dar oportunidad a que el PP agarre el toro por los
cuernos y les acuse de connivencia y/o complicidad con los
detractores de la Monarquía. La fiesta, que se desarrollará
en el Palau de Sant Jordi, es una reafirmación de la firmeza
del presidente catalán, sobre la reclamación al Gobierno de
Rodríguez Zapatero, para proseguir con la labor de hacer
cumplir la ley de restitución de todos los documentos
incautados por las tropas franquistas a las instituciones,
organizaciones y particulares catanes.
Como estudioso que soy, del tema de la política española en
los últimos setenta y un años, me interesa muchísimo
consultar todos los documentos relacionados con la misma y
no es cuestión de estar viajando, cada vez que me interese,
a un lugar donde no están bien mirados los catalanes, porque
eso inclinaría la balanza hacia un lado falso de la
Historia. Tener a mano documentos reales que pudieran
ratificar o rectificar ciertos hechos y acontecimientos, de
las épocas que interesa, ayudaría mucho a explayar nuestra
Historia.
Aunque la convocatoria venía preparándose desde el pasado
mes de Agosto, han surgido problemas imprevistos que han
movido a extremar las precauciones sobre el acto a
desarrollar. El primero de estos imprevistos es la
mencionada quema de fotos de Juan Carlos I. El segundo
imprevisto ha resultado ser la decisión de CiU, ERC e ICV,
estos dos últimos aliados de los socialistas en el Gobierno
catalán, que pondrán a votar la moción a través de la cual
se instará a Rodríguez Zapatero para que devuelva, a ser
posible este mismo año, los legajos depositados en el
archivo de Salamanca, por tanto, antes de las elecciones
generales de marzo.
Este segundo imprevisto, en mi opinión, sacudiría un buen
palo al PSC y a Montilla porque los pondría en la cuerda
floja al tener que decidir entre votar contra la restitución
urgente de los documentos o quebrar la disciplina de partido
votando contra el resto de diputados del PSOE. Aunque
fuentes socialistas aseguran que no romperán la disciplina
de voto por estar en plena precampaña electoral…; los de ICV,
promotora de la convocatoria, tienen sus dudas sobre la
contrariedad de que su líder, Joan Saura, es el máximo
responsable político de los Mossos d’Esquadra, como
Conseller de Interior, y se viera envuelto en actos donde se
pudiera quemar retratos del Rey.
Por parte de Josep Lluís Carod-Rovira no existen ningunas
dudas acerca de su representación en el acto convocado por
la plataforma. Asistirán los tres miembros republicanos del
Ejecutivo catalán: él mismo como vicepresidente del Govern,
Joan Puigcercós como Conseller de Governació y Joan Manuel
Tresserras, como Conseller de Cultura. Movida tenemos en
éstas tierras.
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