|
Hace casi diez años desde que, en
enero de 1998, el arquitecto urbanista del Colegio Oficial
de Arquitectos de Ceuta Luciano Alcalá recibió de la Empresa
Municipal de la Vivienda de Ceuta (EMVICESA) el encargo de
desarrollar un Plan Especial de Reforma Interior (PERI) de
la denominada ‘Huerta Téllez’, un conjunto de nueve fincas
registrales con una superficie total de algo más de 71.300
metros cuadrados, en el que se decidió plantear una
ambiciosa promoción inmobiliaria de regeneración y expansión
del centro urbano y comercial de la ciudad.
Hoy el proyecto entrará en una fase decisiva que se
caracterizará, por primera vez en la historia de la ciudad
autónoma, por un elemento profundamente innovador y muy
beneficioso para toda Ceuta. La colaboración del sector
público y el privado en el desarrollo económico de la ciudad
autónoma será, sin duda, un modelo a estudiar y seguir en
muchos otros ámbitos. Hasta la puesta en marcha de este
proyecto urbanística la zona era definida en términos
funcionales como un área periférica de vacío urbano rodeado
por barriadas en las que domina la vivienda de carácter
popular (San José y España). Con áreas residenciales
mayoritariamente de tipología unifamiliar, la Huerta cuenta
ahora con una remozada dotación viaria y una trama interior
pendiente de desarrollar que también será de nueva
construcción y de carácter básicamente peatonal, según el
Planeamiento Urbanístico aprobado en Pleno. El PERI de
Huerta Téllez, el primero que la Ciudad ha planificado y
desarrollado en su integridad de principio a fin, ha sabido
beneficiarse de las extraordinarias potencialidades de la
zona: su espacio vacío central situado entre las dos
vaguadas que delimitan la zona se ha reservado para que se
convierta en la zona verdedeportiva que aglutine y ejerza de
‘corazón’ del barrio. Ceuta crece hacia el Campo Exterior y,
de la mano del sector público y privado, lo hará sin duda
con mucho más aliento que con sólo uno de ellos detrás.
|
OPINIÓN / EDITORIAL
