Estoy de nuevo en Catalunya, a donde he llegado con algo de
frío en el cuerpo por dos razones: la temperatura que
difiere de la de Ceuta y las noticias sobre política, que
parecen retrotraer al país a los años 30 principalmente por
la intransigencia, bellaquería y anacronismo de los peperos,
incluso los de Ceuta.
Las interpretaciones que hacen los políticos peperos, del
proyecto de Ley de la Memoria Histórica, dedicados a
desinformar al ciudadano sólo pueden hacer daño a ellos
mismos, los peperos, por reafirmarse en esa lucha
antidemocrática que comenzaron a raíz de perder las últimas
elecciones generales.
Lo que deberían hacer éstos políticos peperos, tan voceras,
es presentar batallas legales dentro del espacio donde
legalmente deberían hacerlo, o sea en el Congreso de los
Diputados, y acatar lo que allí se apruebe por mayoría. En
el Congreso es dónde deben defender su ideal y su tendencia
política a tergiversar la historia para seguir tratando de
ingenuos a los ciudadanos del país.
Si no están de acuerdo con los puntos clave del proyecto
tienen derecho a votar en contra, hasta ahí no hay ningún
problema, pero proclamar que esa Ley sale adelante gracias a
los votos de grupúsculos de “politicachos” (¿ellos no lo
son?) de partidos nacionalistas y poco representativos… es
de un error digno de figurar en los anales del horror.
¿Por qué niegan la reparación moral? Si el proyecto de Ley
reconoce y amplía los derechos de quienes “padecieron
persecución o violencia por razones políticas, ideológicas o
religiosas durante la Guerra Civil y la Dictadura” no existe
ninguna contradicción, a menos de los peperos sean los
autores materiales de esas actuaciones y quieran rizar el
rizo sin quitarse el muerto, los muertos, de encima.
¿Acaso siguen siendo franquistas? ¿Por qué no condenan
expresamente el franquismo? Si para ello se adopta el
acuerdo que se tomó en el Congreso en 2002 y en el
Parlamento europeo en 2006, no entiendo porqué ahora se
vuelven atrás.
Es normal que en una democracia constitucional y
parlamentaria se deroguen leyes correspondientes a una
Dictadura y por ello es lógico que se deroguen el Bando de
la Guerra Civil de 28 de julio de 1936 y todas las leyes del
régimen usadas para dictar condenas. ¿O es que piensa los
peperos usar el Bando de Guerra aún vigente?
La ilegitimidad de los tribunales de la Guerra Civil que se
crearon par imponer condenas por motivos políticos,
ideológicos o religiosos es de una lógica aplastante al
estar en contraposición con la propia Constitución, además
de que los militares no tienen porqué juzgar ni condenar a
civiles de su propio país. Máxime cuando fueron los propios
militares los que se rebelaron contra las leyes establecidas
legalmente.
Toda persona muerta, por cualquier motivo, tiene derecho a
recibir sepultura digna y es lógico y sensato que se inicien
localizaciones e identificaciones de las personas enterradas
en fosas comunes.
En cuanto a la retirada de símbolos que recuerden o exalten
el golpe de Franco, la Guerra Civil o la Dictadura, es
perfectamente legal y por ello es la Administración estatal
la que tiene que adoptar medidas para que se hagan efectivas
las mismas. El mayor símbolo del franquismo está en el valle
de los Caídos y por tanto no puede usarse para exaltar la
Guerra Civil ni la Dictadura y su significado debe cambiarse
para honrar a TODAS LAS VICTIMAS y para estudiar ese período
histórico, los valores constitucionales, la paz y la memoria
democrática. Dado que todo ciudadano tiene el derecho de
acceder a los documentos de los archivos públicos, deberán
tener asimismo derecho a obtener copia de los mismos, pro
cuanto no es de la única propiedad de quienes se consideran,
ahora sí lo afirmo, herederos del nefasto régimen: los
peperos.
La Ley obligará a ayuntamientos, instituciones y
particulares a retirar los símbolos franquistas y de
exaltación de la Guerra Civil, y faculta a las
Administraciones Públicas para retirarles subvenciones y
ayudas si no lo hacen. Sólo se salvarán, los elementos
simbólicos, “cuando las menciones sean de estricto recuerdo
privado sin exaltación de los enfrentados” o por razones
“artísticas y arquitectónicas”. Los “pies de Franco” no
tiene ni la más insignificante razón artística para
permanecer en el Hacho. Llano Amarillo mucho menos. Son
claros símbolos de exaltación de la Guerra Civil.
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