Bueno señores, siento tener que
decirlo, pero España está entrando en un proceso de
balcanización que, si Dios no lo remedia ( y no parece que
esté por la labor) nos va a llevar a aquello de las
fotografías monumentales que se exhibían en el bando
republicano durante la Guerra Civil en las que aparecían
figuras tan señeras de la revolución proletaria como Stalin,
Largo Caballero, Azaña, los Ascaso y toda la plana mayor de
aquellos gobiernos que tuvieron la habilidad de conducir, a
sus representados, a una de las derrotas más sonadas que se
hayan dado en toda la historia de nuestra nación. El hecho
es que, a las postrimerías de esta kafkaiana legislatura y
para acabar de redondear el ramillete de insensateces
cometidas por nuestro Presidente del Gobierno; todas las
fuerzas izquierdistas y separatistas del país (salvo ERC,
que ellos sabrán por qué se oponen a este proyecto,
seguramente porque lo consideran demasiado blando para con
el bando contrario) se han conjurado, en un segundo pacto
del Tinell, para llevar al Parlamento de la Nación – que, al
parecer, no tiene nada mejor en que ocuparse – para poner en
solfa lo de la famosa Memoria Histórica. En realidad se
debería llamar algo así como “Revancha Histórica” o “Cómo
inventarse una Historia Nueva” si tuviéramos que atenernos a
como se explican, hoy en día, los acontecimientos ocurridos
durante al segunda República y la Guerra Civil de 1936-1939.
Si no fuera que en España hay varias generaciones que no
vivieron aquella contienda; si no fuera que las izquierdas
nunca han podido acabar de asimilar que un puñado de
soldados venidos de África hubieran sido capaces de derrotar
a toda la República y si no fuera porque los conocedores de
lo sucedido ( no de lo que se quiere hacer creer) sabemos
que la guerra la perdieron los republicanos por haberse
dedicado a enfrentarse y a matarse entre ellos antes que
unirse para luchar contra Franco; esta iniciativa de ZP y
toda su corte de rémoras comunistas sería para darse una
panzada de reír. Al respecto, a mi se me ocurren algunas
sugerencias.
Por ejemplo, ¿podrán reclamar los familiares de los de la CNT y la FAI
contra los comunistas y los de ERC por haber masacrado a sus
parientes cuando fueron derrotados en los sucesos de mayo de
1937?, o ¿podrán reclamar los soldados de la República
contra los comisarios políticos que, en el frente,
encadenaban a los servidores de las ametralladoras para que
no huyeran o asesinaban a mansalva a aquellos que
retrocedían ante el empuje de las tropas contrarias? ¿Acaso
devolverán todos los que saquearon las propiedades de los
católicos, de los de la Zeda o los de las personas
acomodadas (muchos de ellos huyeron a Francia e Inglaterra
con el botín conseguido para darse la gran vida); todo lo
que hurtaron asesinando a sus propietarios? ¿Podrán,
aquellos pertenecientes a familias divididas entre rojos y
nacionales, reclamarse reparaciones los unos a los otros?
¿Justicia histórica?, ¿para quién? Es posible que algunos
quieran que esta justicia consista en rehabilitar a aquellos
que huyeron a Francia sabiendo que se les iba a ajusticiar
por haber participado en las famosas checas o por haber
pertenecido a las patrullas de la CNT o de la FAI que se
ocupaban en limpiar de “facciosos” las casas de Barcelona y,
de paso, también les limpiaban sus domicilios, cuando no se
apropiaban de ellos. ¿Justicia a los que masacraron y
torturaron a religiosos y religiosas? Seamos realistas, de
aquellos que huyeron a Francia una gran parte tenían sus
manos teñidas de sangre de personas inocentes víctimas de
venganzas personales, de la avaricia y de la envidia o cuyo
único crimen consistía en pertenecer a grupos de ideología
distinta. En ocasiones me he preguntado, ¿qué hubiera
sucedido en España si hubieran vencido los de Negrín y los
comunistas que formaban su gabinete? La limpieza que
hicieron, en mayo de 1937, con los de la CNT y el POUM es
una buena muestra de lo que hubiera ocurrido en nuestro
país. No nos vengan pues con cuentos de hadas, ¡que ya
estamos bastante creciditos para tragarnos estos sapos!
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