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El gobierno de la Ciudad Autónoma
no está “del todo satisfecho” con la respuesta del sector
comercial al llamamiento explícito que el consejero de
Economía y Empleo ceutí, Guillermo Martínez, hizo durante la
semana pasada a sus empresarios para que abriesen sus
establecimientos y aprovechasen la llegada de más de 3.000
turistas a bordo de los tres cruceros que pasaron por el
puerto local a lo largo del fin de semana.
Para el Gobierno “hubiera sido deseable ver abiertos un
mayor número de comercios” que los que realmente abrieron
sus persianas para atender la demanda de los turistas que
llegaron con previo aviso.
La patronal del comercio no hizo demasiado caso el viernes a
la petición de Martínez de que todos aquellos que no
tuviesen empleados abriesen sus puertas para aprovechar la
‘avalancha’ turística del pasado fin de semana. Los
sindicatos, por su parte, hicieron valer las cláusulas del
vigente Convenio Colectivo del comercio para advertir a los
empresarios de que denunciarían cualquier vulneración del
mismo, actualmente en plena negociación para su renovación.
Los empresarios dijeron sentirse ‘atados’ por la presión
sindical que ya había advertido de la tensa situación si
alguien abría utilizando empleados.
En cualquier caso, el gobierno de la Ciudad Autónoma tiene
ahora elementos de juicio bien claros para conocer el tipo
de mimbres con los que cuenta para tejer el cesto del
Turismo como sector dinamizador de la economía de Ceuta, y
si es que éste es, de veras, un sector dinamizador, máxime
cuando la respuesta ante la puntualidad de un caso muy
concreto [tres cruceros en 24 horas] hubiera merecido un
esfuerzo por parte de todos si es que Ceuta aun sigue siendo
un referente por el que comprometerse. La triste respuesta
del supuesto capital privado meramente ceutí y del sector
sindical con trabajadores naturales de Ceuta han dejado
claras sus posturas comprometidas con la ciudad.
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OPINIÓN / EDITORIAL
