El curso de promotores de Igualdad
organizado por el Centro Asesor de la Mujer este año, cuyos
alumnos presentarán sus ponencias y conclusiones el proximo
día 24 en el Salón de actos del Palacio autonómico, ha
servido para fijar la mirada por primera vez en un detalle
del Urbanismo ceutí desde la perspectiva de género que hasta
la fecha parecía desconocido: la exclusión de las mujeres en
el planeamiento urbanístico de la ciudad.
No es una característica, dando por buenas las conclusiones
del trabajo de campo y posterior análisis del paisaje
simbólico y material de Ceuta, única en España. El País
Vasco va, en este tipo de estudios, bastante por delante de
la ciudad autónoma.
Infinidad de localidades, pequeñas y grandes, de Euskadi
realizaron hace ya más de una década sus propios mapas de
‘la ciudad prohibida’ o, dicho de otro modo: la
visibilización de una parte de la realidad que hasta ahora
se había obviado, la de las mujeres, en el análisis de la
realidad urbana, analizando aspectos relacionados con la
movilidad, seguridad, facilidades para el cuidado en el
espacio público, convivencia, autonomía infantil…que
repercuten en la vida cotidiana de mujeres y hombres, y en
el modelo de ciudad y convivencia.
El realizado en el Centro Asesor de la Mujer puede ser un
buen punto de partida para que la Ciudad Autónoma, que hace
apenas cuatro meses demostró su vocación de atender este
tipo de detalles relacionados con los temas de Igualdad al
crear una delegación especial para los asuntos de la Mujer
en la persona de Rabea Mohamed, realice un análisis más
preciso de las vertientes analizadas en el curso y tome nota
para aplicar las conclusiones que extraiga en el ambicioso
planeamiento urbanístico que se realizará durante los
próximos años. Se trata, en definitiva, de mejorar la
calidad de vida de las ceutíes y los ceutíes, un deber que
tiene mucha más importancia que cualquier obligación legal.
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