No hay semana, que por algo, y no
por la normalidad, no sea noticia el paso del Biutz, y lo
malo de la última, pronto puede ser la penúltima, es que una
pelea termina a cuchilladas.
Algo tendrán que hacer los organismos correspondientes para
que las actividades en esta zona se conviertan en normales,
porque la experiencia nos está demostrando que aquí, más que
en ninguna parte, todo es “extraordinario”.
El suceso, terminar una pelea a cuchilladas, se produjo
entre dos personas que nada tienen, o nada tendrían que ver
con Ceuta, al ser un indocumentado y un individuo con
pasaporte marroquí.
Con todo, el problema es el mismo y con el agravante de que,
por lo que se ve, en esa zona cada uno puede campear por sus
fueros. Mala situación y nula solución.
Y no es extraño que los comerciantes del Tarajal, los que
son serios, comiencen a estar hartos de ver como esta zona
es un “lugar sin ley”, una zona caótica constantemente y un
lugar que va a aparecer pronto, si es que no lo está, entre
las zonas más peligrosas del país, por la falta del control
riguroso desde hace tiempo.
A nadie extraña ya, y esto es lo peligroso, que entre los
tumultos que se producen a diario en la zona, surjan peleas
entre los porteadores, que la Policía Nacional no siempre
puede evitar, tal como ha ocurrido con esta el pasado lunes.
Desde hace tiempo, me consta, desde la policía se ha
propuesto a la Delegación del Gobierno la expedición de un
carné de porteador, documento que podría paliar, no
eliminar, en gran parte, estos altercados.
Hasta ahora, que sepamos, ese documento, real o ficticio,
parece que no está en circulación y, mientras tanto, los
problemas de ahí están a la orden del día.
Ni lo entiendo, ni tiene mucha explicación el que esto no se
haya atajado ya, ni en la época de Luis Vicente Moro, ni en
los dos años que estuvo mi paisano Jerónimo Nieto, ni en el
tiempo que lleva el actual delegado del Gobierno.
Es algo necesario, para todos, quiero decir para todos los
que trabajan en esa zona y, de rebote, para evitar multitud
de problemas a la Policía Nacional y, aun siendo analfabeto
en la materia, desde nuestra perspectiva no parece que sea
uno de los problemas insalvables con los que se encuentra
Ceuta.
De este incidente se sale con un herido por arma blanca en
una pierna y otro en el tórax, “ un calco –dicen desde allí-
de lo que de ordinario sucede en este espacio en el que
predomina el caos”.
Y “el marrón” se lo volvió a comer la policía, que ha
indicado que los dos del altercado eran marroquíes, a pesar
de que tan sólo uno de ellos tenía el pasaporte.
Nuevamente hay que hacerse la pregunta ¿Qué pasa con las
documentaciones? ¿ Es que a Ceuta entra cualquiera como
quiera, camuflado o sin documentación?.¿ Por qué se hace “la
vista gorda”, si es que se hace, en esto? Ni lo he
comprendido hace 20 años, ni lo voy a comprender ahora.
Y es que si cualquiera, y más en estos momentos, tiene vía
libre para entrar, con o sin papeles, va a pasar y ya está
pasando que la ciudad tiene una gran cantidad de población
¿De donde?, porque no se sabe de donde es parte, una gran
parte de ella, y no creemos que sea de la luna, porque los
selenitas aún no han llegado.
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