Tan sólo los comercios familiares abrieron ayer, mientras
que las tiendas con plantilla permanecieron cerradas como
marcaba el Convenio Colectivo del sector.
A los turistas –con un perfil norteamericano y de la tercera
edad– que llegaron a bordo del Norwegian Dream y el Saga
Rose y que dieron colorido a la zona centro de la Ciudad
apenas hacía falta preguntarles por los comercios para que
lamentaran, en su mayoría, que casi todo estaba cerrado.
La ilegalidad –como habían calificado la víspera los
sindicatos– en la que habrían caído los medianos y grandes
comercios si hubieran abierto pudo más que la peticiones
desde el Gobierno de Ceuta a aprovechar esta afluencia
masiva de turistas de clase alta.
De todas formas, el consejero de Economía y Empleo del
Ejecutivo ceutí, Guillermo Martínez, agradeció personalmente
a los comerciantes que abrieron, así como al personal de
servicio turístico, por haber trabajado en festivo.
El consejero de Economía y Empleo señaló en la propia calle
Revellín que tenía una “satisfacción moderada”, porque “la
negociación colectiva establece la no apertura hoy”.
“Muchos autónomos han decidido abrir y es positivo para
mostrar una Ceuta abierta”, valoró Guillermo Martínez, quien
añadió que le constaba que “los empresarios que están
trabajando están vendiendo, porque así me lo han
manifestado, y también me consta que los turistas al menos
encuentran algún sitio donde entrar y donde comprar”.
“Era bastante complicado que los negocios con plantilla
pudieran abrir”, reconoció el consejero de Economía, “además
yo respeto la legalidad vigente y en esos términos fue en
los que yo me referí”.
Por último, el consejero de Economía lamentó la lluvia que
cayó a primeras horas de la mañana, porque “algunos han
preguntado por la playa”.
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